Un lugar agradable, una noche magnífica, la mejor compañía, una cena sustanciosa, buena conversación, cielo estrellado, postre, regalo y concierto privado. No todo el mundo tiene esa suerte.
Así conocí la bella cansó de Beatriz de Día en la voz de una joven mujer, Paloma Gutierrez, acompañada al salterio por Bill Colley.
No podía creerlo. A la luz de las velas y por cortesía de mis anfitriones, se hacía presente el regalo que nos había preparado maese Reolid. La belleza de la interpretación y el contexto me emocionaron de tal modo que me hizo decidir indagar en las trovadoras de finales del XII y principios del XIII, de tan escueta aparente representatividad.
En mi mente aún resuenan las notas de aquella bella noche.
Biblioteca Nacional de Francia
Nada mas incierto. Mas de una veintena de mujeres trovaban y fueron conocidas como Trovairitz. Estas mujeres, damas de la nobleza y de la alta burguesía le cantaron al amor cortés. Compusieron cansos (de amor) y tensos (una especie de debate epistolar entre varios compositores), sirventes (poemas de carácter político), planh (lamento), salut d 'Amor (una carta de amor no en forma estrófica), alba (canciones amanecer), y balada (canciones de baile). Lamentablemente su trabajo ha sobrevivido en escasos ejemplos y otras composiciones trovadorescas ni siquiera han llegado hasta nosotros, caso de pastorelas o canciones malmariee.
Tal vez la primera de aquellas sea Tibors de Sarenom, que estaba componiendo ya hacia mediados del siglo XII, y la mas reciente Garsenda de Folcaquier, que falleció hacia el final de la primera mitad del siglo XIII, o Guilleuma de Rosers, compositora de un tenso con Lanfranco Cigala.
Conocemos un poema de Azalais d´Altier, otro de Clara d´Anduza, otro anónimo, uno mas de Lombarda, otro de Yselda, Alais y Carenza.
De GaudairenÇa, aunque no se conserva, sabemos que escribió coblas e dansas.
Otras famosas trovairitz fueron Almucs de Castelnau, Azalais de Porcairagues, Iseut de Capio, Lombarda, María de Ventadorn y Gormonda de Monpeslier.
La suerte quiso que llegaran a nosotros tres o cuatro composiciones de Castelloza y otras cuantas de la Commtessa de Día.
De todas las composiciones de las trovadoras compositoras en lengua de Oc, sólo se han conservado unos 23 poemas y alrededor de 4 melodías.
Algunas fuentes históricas explican la existencia de estas mujeres y su importancia, libertad e independencia artística a la luz del momento y circunstancias históricas que las tocó vivir, en consonancia con las cruzadas y el papel que asumen mientras los esposos luchan lejos.
Beatriz, Condesa de Dia (1140-1175)
“La Condesa de Dia fue mujer de Guillermo de Poitiers, una señora bella y buena. Y se enamoró de Rimbaud de Orange, e hizo sobre él muchas bellas canciones”
No deja de ser muy chocante esta frase pues encierra conceptos patriarcalmente contrapuestos muy bien expuestos en el trabajo que le dedicó Josemi Lorenzo.
A esta señora buena y bella, de identidad real aún desconocida, se la ha querido identificar como hija del Conde Isoardo II de Die, aunque también pudo ser hija de Guiges IV y el título de Condesa de Dia lo habría adoptado tras casarse con Guillermo I de Poitiers, quien tenía posesiones en el condado de Die.
Realmente es muy poco lo que conocemos del personaje histórico, aunque sabemos de la fama que sus poemas y cansos tuvieron en su época, ya que los manuscritos que los referían corrieron por toda Francia y el norte de Italia.
Lo cierto es que esta trovairitz fue la autora de la única pieza cantada escrita entonces y que ha llegado hasta nosotros, titulada "chantar m'er de so qu'eu no volria", un tema de desamor. La música de esta canso solo se encuentra en Le manuscript di roi, una colección de canciones copiadas en torno a 1270 para Carlos de Anjou, el hermano de Luis IX.
A chantar m’er de so qu’ieu non volria / Ahora deberé cantar de lo que no querría,
tan me rancur de lui cui sui amia, / tanto me lamento del que soy amiga,
car ieu l’am mais que nuilla ren que sia:/ pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo
vas lui no .m val merces ni cortesía / pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía
ni ma beltatz ni mos pret ni mos sens,/ ni mi belleza, ni mi valor, ni mi juicio,
c’atressi .m sui enganad’e trahïa / porque soy engañada y traicionada
com degr’ esser, s’ieu fos desavinens./ como sucedería si fuera poco agraciada.
D’aisso.m conort car anc.non fi faillenssa,/ Me conforto pensando que jamás y de ningún modo
amics, vas vos per nuilla captenenssa, / cometería equívoco hacia vos, amigo,
anz vos am mais non fetz Seguis Valenssa,/ sino que os amo más de lo que Seguis amó a Valensa,
e platz mi mout quez eu d’ámar vos venssa/, y me agrada venceros en amor,
lo mieus amics, car etz lo plus valens / amigo mío, porque sois el mejor;
mi faitz orguoill en ditz et en parvenssa,/ sois orgulloso conmigo en las palabras y en los modos,
e si etz francs vas totas autras gens./ mientras que os mostráis amables con todos.
Be .m meravill com vostre cors s’orguoilla/ Me sorprende como hacia mí vuestro corazón se muestra duro,
amics, vas me, per qu’ai razon qu’ieu .m duoilla;/ amigo, por lo que tengo razón para dolerme;
non es ges dreitz c’autr’amors vos mi tuoilla / no es justo en absoluto que otro amor os aparte de mí,
per nuilla ren qu’ie .us diga ni acuoilla;/ sea lo que sea lo que os diga o conceda;
e membre vos cals fo .l comenssamens /¡y recordad cuál fue el inicio de nuestro amor!
de nostr’amor! Ja Dompnedieus non vuoilla/ el Señor Dios no quiera
qu’en ma colpa sia .l departimens./ que sea mía la culpa de la separación.
Proesa grans qu’el vostre cors s’aizina/ La noble virtud que habita en vuestro corazón
e lo rics prtez qu’avetz m’en ataïna,/ y el alto valor que poseéis me intimidan,
c’una non sai, loindana ni vezina,/ pues no conozco dama cercana o lejana,
si vol amar, vas vos non si’ aclina;/ que, dispuesta a amar, no sea atraída por vos.
mas vos, amics, etz ben tan conoissens/ pero vos, amigo, tenéis tanto juicio
que ben devetz conoisser la plus fina,/ que bien debéis conocer la más perfecta;
e membre vos de nostres covinens./ y acordaos de vuestro pacto.
Valer mi deu os pret e mos partages/ deben ayudarme mérito y nobleza
e ma beltatz e plus mos fis coratges,/ y la belleza y aún más la sinceridad de ánimo,
per qu’ieu vos mandad lai on es vostr’ estatges/ por ello os mando allá donde moráis
esta chansson que me isa messatges:/ esta canción, que sea mi mensajera;
ieu vuoill saber, lo mieus bels amics gens,/ y quiero saber, mi gentil y bello amigo,
per que vos m’etz tanta fers ni tant salvatges,/ por qué sois tan altanero y cruel conmigo:
non sai, si s’es orguoills o maltalens./ no sé si por orgullo o mal talante.
Mas aitan plus vuoill li digas messatges,/ Más aún quiero que os diga el mensajero:
qu’en trop d’orguoills o ant gran dan maintas gens./ por demasiado orgullo mucha gente ha sufrido gran daño.
Traducción procedente de: Las Trovadoras, poetisas del amor cortés. Ed. Horas y Horas, 1997.
Además, se conservan otros poemas, todos ellos del mismo género: Ab joi et ab joven m'apais, , Estât ai en greu cossirier y Fin ioi me don'alegranssa. Tal vez compusiera también una tenso, atribuida tradicionalmente a Rimbaud
d´Aurenge.
Su carácter independiente y decidido se pone de manifiesto en su expresión del deseo carnal y la sensualidad hacia su amante, tal y como se recoge en el poema Estât ai en greu cossirier, una de las mas bellas poesías de amor, según Martí de Riquer, cuya traducción sigue estas líneas:
He estado muy angustiada
por un caballero que he tenido
y quiero que por siempre sea sabido
cómo le he amado sin medida;
Ahora comprendo que yo me he engañado,
porque no le he dado mi amor,
por eso he vivido en el error
tanto en el lecho como vestida.
Cómo querría una tarde tener
a mi caballero, desnudo, entre los brazos
y que él se considerase feliz
con que sólo le hiciese de almohada,
lo que me deja más encantada
que Floris de Blancaflor:
Yo le dono mi corazón y mi amor,
mi razón, mis ojos y mi vida.
Bello amigo, amable y bueno,
¿cuándo os tendré en mi poder?
¡Podría yacer a vuestro lado un atardecer
y podría daros un beso apasionado!
Sabed que tendría gran deseo
de teneros en el lugar del marido,
con la condición de que me concedierais
hacer todo lo que yo quisiera.
En todos los casos el papel femenino es protagonista de sus decisiones y reclama la atención y el amor de una forma tan abierta y clara que resulta sorprendente para la mentalidad medieval posterior que ninguneó y borró su rastro.
Leo que los poemas de Beatriz de Día eran acompañados por música de flauta e intento imaginar como sería escucharlos. Una delicia, sin duda.
¡Feliz Semana!
Nos veremos después de las vacaciones
http://www.academia.edu/461925/Beatriz_de_Dia_condesa_trovadora..._y_simbolo_de_independencia
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