martes, 27 de febrero de 2018

Olimpia, ritos y juegos





  No puedo estar mas emocionada, tengo delante la escultura que el viajero Pausanias dice que vió cuando visitó el Templo de Hera en Olimpia.

De Semele enamorada, incandescente y fulminada por la divinidad de Zeus nació Dionisos por primera vez. Alojado en el muslo de su padre Zeus y protegido de los celos y la cólera de Hera, volvió a nacer. Hermes se hizo cargo del bebé y se lo llevó de viaje para que fuera criado por Papposileno y las ninfas de Nisa, por eso Dionisos es el “nacido dos veces” o el “Zeus de Nisa”



Llegar a Olimpia desde Micenas fue una odisea, nunca mejor dicho. Tras atravesar el Peloponeso de este a oeste y subir bordeando la costa nos encontramos con unas difíciles indicaciones, la noche había caído sobre nosotros y nos perdimos en una carretera oscura como la boca de un lobo. Finalmente, llegamos a la localidad y nuestro hotel, el Leonidaion Guest House, que se mostró como una elección acertada enseguida. 
Nuestras expectativas en Olimpia eran fantásticas. Llegamos de noche, tarde, nos esperaba un amabilísimo griego que nos ayudó a instalarnos y seleccionar el restaurante idóneo para una cena rica con pescados de la zona, la Taberna de Orestes, al lado mismo del hotel. Todo bueno, bonito y barato.
Aprovechamos para hacer compras. Una tienda a punto de cerrar fué nuestra apuesta para adquirir anillos y pendientes de buena plata y a un precio inmejorable.
La mañana siguiente amaneció soleada y comenzamos nuestra visita
Sorprenden las dimensiones del yacimiento y a pesar de lo ceñido del circuito aquello es inmenso y nuestro grupo no se perdió nada de nada.


Hubo un tiempo en el que los santuarios celebraban competiciones deportivas y culturales y Olimpia es tal vez el paradigma  y, desde luego, el mas célebre de todos ellos. 
Como muchos de los mas importantes santuarios griegos, se levantó al pie de un monte, el Cronio, y junto a un río, el Alfeo, sobre un territorio en el que la ocupación humana se reconoce desde los últimos compases del Neolítico, en el IV milenio a C.
Viene admitiéndose la posibilidad de que existiera ya un lugar de culto en época micénica. De hecho es posible ver, en el transcurso del itinerario de la visita, los restos de estructuras de esta época cronológica y cultural muy cerca del templo de Zeus. Sin embargo no es hasta el siglo X a C. cuando aparece el bosque sagrado y las primeras representaciones de la divinidad.
Lo que si es cierto es que el complejo de templos ya tenía un prestigio importante en época arcaica, una cuestión que pone de manifiesto una enorme cantidad de exvotos hallados en el lugar y las edificaciones del templo de Hera, El Buleuterio, el Pritaneo y algunos de los tesoros. además,  se tiene constancia de la celebración de los Juegos en el Santuario de Olimpia desde el año 776 a C. Estos se celebraban cada cuatro años y competían en importancia con los Juegos Píticos que se llevaban a cabo en el santuario de Delfos (ver entrada aquí).
Fué en época clásica, en el siglo V a C. cuando se construyó el templo de Zeus, cuyos cimientos y grandes columnas vemos hoy al visitar Olimpia,  con su gigantesca estatua de oro y marfil del dios realizada por Fidias, que era considerada una de las Siete Maravillas del Mundo. 
Muy cerca se reconoció, en la misma ubicación de una antigua iglesia paleocristiana, el antiguo taller del escultor donde aparecieron algunas de sus herramientas e incluso un vaso con la inscripción: Soy de Fidias.
En época helenística se convirtió  en protectorado de Alejandro Magno bajo el poder romano Olimpia se enriqueció y llegó a albergar  palacios imperiales como el de Nerón, que aún conserva estancias con alzados casi completos.
A la muerte del emperador Adriano la ciudad comenzó un periodo de decadencia y crisis que concluyó con la abolición de los juegos. Los últimos se celebraron en 393, siendo asolado el lugar por los invasores bárbaros.
Sobre sus restos resurgió una pequeña aldea que instaló su templo en el antiguo Taller de Fidias, como apuntábamos mas arriba.
El abandono total se produjo tras los terremotos de los años 522 y 551 siendo  el santuario fosilizado por los aluviones de los ríos Alfeo y Cládeo y los deslizamientos de las laderas tierra del monte Cronio.​



Excavaciones arqueológicas en el Heraion  de Olimpia. Ernst Curtius

A comienzos del siglo XIX, en 1829, se realizan las primeras excavaciones arqueológicas con una expedición francesa que localizó, intacta, la escultura de Hermes con el niño Dioniso, que había sido realizada por Praxiteles.
Hacia la mitad del siglo XX se procedió a recuperar la zona del antiguo estadio olímpico, donde aún hoy se enciende la llama de las modernas ediciones mediante el reflejo de la luz solar en un espejo parabólico que pasa a una antorcha que se traslada a la sede de cada una de las celebraciones contemporáneas pasando por las ciudades mas importantes del planeta.
Por su importancia y sus características materiales e inmateriales en la antigüedad y la modernidad, Olimpia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989.
Además de ser el lugar desde el que se enciende la llama olímpica, ha sido usado, durante el año 2004, cuando Atenas acogió los Juegos Olímpicos, como lugar de celebración de las pruebas de lanzamiento de peso.



Olympia en la Grecia Antigua
(Diccionario Universal del Pasado y el Presente de Heinrich August Pierer 1891)


Al complejo se accede desde la zona del gimnasio y la palestra, que se hallan inmediatamente a la izquierda del visitante. A la derecha se levantaba el Hereo o templo de Hera, construido en 600 a. C. sobre dos edificios sagrados mas antiguos. Se trata del templo griego, dentro de la categoría de grandes construcciones,  más antiguo que se conoce. 
Entre el  templo de Hera y el estadio, junto a fuentes y escalinatas que configuran un enorme ninfeo, apoyados en la ladera de la colina y junto al muro que cerraba el recinto, cada una de las polis griegas que concurrían a los juegos celebrados en el santuario levantaba su capilla de trofeos, que se conocen como los tesoros.
En frente y hacia el interior del complejo se halla el podio y los restos de columnas del Templo de Zeus levantado en el año 460 a. C. por el arquitecto Libón de Élide. Albergaba en su cella la famosa estatua crisoelefantina de Zeus, obra de Fidias, conocida a través de las descripciones de autores clásicos y a través de las monedas acuñadas, pues aquella enorme estatua desapareció en la antigüedad.
Junto al templo se alzaban pedestales con esculturas entre las que destaca la impresionante basa de la Victoria de Peonio, datada en el 421 a. C., cuya escultura se custodia, incompleta, en el Museo Arqueológico de Olimpia, junto al yacimiento.
El Filipeion contenía las estatuas de los príncipes y princesas del Reino de Macedonia.
Hay varias estatuas de emperadores que datan de la época romana.
Alrededor del Altis o recinto sagrado se localizan el gimnasio, la palestra, el Leonidaion u hospedería de personajes ilustres, el pritaneo -sedede gobierno del santuario- y el buleuterio -sede del consejo de los quinientos de las polis-.
Del hipódromo nada queda.
Invitamos a cercarse a la Casa de Nerón y las termas, lugares poco visitados y de acceso mas restringido pero que se hallan junto al itinerario público y consideramos de enorme interés constructivo.



Plano de Olimpia. Wikipedia.


1: Propileo noreste

2: Pritaneo

3: Filipeo

4: Hereo

5: Pelopio

6: Ninfeo de Herodes Ático

7: Metroo

8: Zanes

9: Cripta (sendero con arcos, hacia el estadio).

10: Estadio

11: Pórtico del Eco

12: Edificio de Ptolomeo II y Arsinoe

13: Estoa de Hestia

14: Edificio helenístico

15: Templo de Zeus

16: Altar de Zeus

17: Exvoto de los aqueos

18: Exvoto de Micito

19: Niké de Peonio

20: Gimnasio

21: Palestra

22: Teecoleón

23: Heroon

24: Taller de Fidias (descubierto en excavaciones arqueológicas) y basílica paleocristiana

25: Baños del Cládeo

26: Baños griegos

27: Hostal

28: Hostal

29: Leonideo

30: Baños del sur

31: Bouleuterión

32: Estoa Sur








Palestra. Nada mas comenzar el itinerario y una vez traspasados los propileos y el gimnasio



Filipeion. construcción circular donde se exhibían las esculturas de los reyes mecedonios



Restos constructivos del templo de Hera, de época arcaica, el más antiguo de los grandes templos griegos de la Antigüedad


El Ninfeo






Estructura de época micénica.



Podio y arranque de columnas del templo de Zeus Olímpico




Entrada al estadio Olímpico



Estadio de Olimpia, sin graderío y señal de salida
Los visitantes no resisten la tentación de hacer unas carreras







Columna del Filipeion



Muros de la Casa de Nerón



Frente al templo de Júpiter se alza el pedestal de la Victoria de Peonio


Escalinata de acceso al templo de Zeus. Al fondo, tras abrir la puerta al amanecer,los rayos del sol iluminaban la estatua crisoelefantina de Zeus.


Inscripción clásica entre el maremagnum de tambores de columnas del templo principal.






Edificio termal de época romana





Casa de Fidias



Interior de la iglesia Paleocristiana



Detalle del Iconostasis




Una vez cerrado el circuito de visita es imprescindible acercarse al nuevo Museo de Olimpia, recien reformado para la celebración de los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004.
Exhibe piezas impresionantes como el Hermes con Diónisos niño de Praxiteles, esculturas de los frontones del templo de Zeus, metopas y fisos, la Victoria de Peonio y la copa de Fidias, así como una colección interesantísima de cascos broncíneos
Su origen se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando el banquero filántropo Andréas Syngrós encargó el proyecto a dos arquitectos alemanes y a los arqueólogos, que comenzaron las excavaciones del sitio, Wilhelm Dörpfeld y Friedrich Adler.  Este primer edificio fué dañado por un terremoto en 1954,  y fue sustituido por una nueva sede en los años 70 reformada en 2003.
En la actualidad la exposición se organiza en 12 salas en las que se recorre cronológicamente desde el neolítico hasta la Tardoantigüedad.






Vestíbulo del Museo











Exvotos en terracota




El frontón este del templo de Zeus representa los preparativos de la carrera de carros entre Pélope y Enóma



El frontón oeste del templo de Zeus representa el combate entre los centauros y los lápitas. En el centro Apolo. 





Un augur o pensador en el lado de Pélope.



Hipodamía y cuadriga de Pélope.



Metopa del templo de Zeus que representa el robo de las manzanas del Jardín de las Hespérides



La Victoria de Peonio






Hermes con Diónisos niño, de Praxiteles, borra para siempre los límites entre lo divino y lo humano.
El brazo amputado pudo sostener un sonajero o un racimo de uvas



Copa de Fidias.
De Muriel Pécastaing-Boissière pour Cédric Boissière - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6894782





Escultura en mármol del emperador Adriano. 160 d. C.



En la Sala 2 del Museo se exhibe el caldero sobre trípode más antiguo conservado, que se remonta al siglo IX a. C.,  Junto  esta pieza  se encuentran todo tipo de ofrendas a Zeus: trípodes, figuritas y placas decoradas configuran la colección más importante de bronces antiguos del mundo.




Vitrina de cascos broncíneos arcaicos de tipo corintio.



Frontón arcaico de uno de los tesoros de Olimpia, el de Gela. Segunda mitad del siglo VI a C.




Bronce neohitita (siglo VIII a. C.) 




Toro de mármol dedicado a Zeus por Regila, esposa de Hérodes y sacerdotisa de Deméter Kharmine. Procede del Ninfeo



Abandonar este lugar después de todo lo visto, entendido, comprendido y disfrutado mientras se recorre el camino de regreso atravesando el valle del río le deja a uno con una enorme sonrisa en los labios y las emociones esponjadas. Visitar Olimpia ha sido como abrir un libro de Cultura Clásica en el que se compendian milenios de sabiduría, religiosidad, arquitectura, escultura, deporte y geopolítica. Impresionante de verdad.
Espero que a través de las fotos y el texto puedan hacerse una idea de lo que es Olimpia.


¡Que pasen una feliz semana!


martes, 20 de febrero de 2018

Una visita a la Casa Museo Sorolla



El Museo Sorolla ocupa la casa que fue vivienda del pintor y su familia desde 1911.
El pintor valenciano fue uno de los retratistas mas afamados de su época llegando a crear obras brillantes en las que la elegancia y personalidad delos retratados se ponía de manifiesto. Su familia protagonizó, en escenas cotiadanas buena parte de su producción.
De todo ello da cuenta esta casa-museo, en origen una casa a la moda, construida a la última, pues poseía calefacción, luz eléctrica, cuartos de baño y montaplatos. Utiliza no obstante, mobiliario de diferentes épocas.



Las colecciones se distribuyen por todas las zonas visitables de la casa, que ha conservado casi intacta la decoración que tuvo en vida de Joaquín Sorolla. La colección de pintura convive, por tanto, con el mobiliario y los objetos originales de la vivienda. Se trata de una de las casas de artista mejor conservadas de Europa.







El acceso desde la calle se realiza a través de  tres jardines de diferente estilo diseñados por el propio Sorolla con fuentes y exhuberante vegetación, e incluso, una vez dentro, hay un patio andaluz con una fuente  revestida de azulejos de Triana, en torno al que se abrían las salas y habitaciones de uso de los habitantes.  



En el primer piso se exhiben las obras del pintor en tres salas, de las que la primera es una muestra de la evolución estilística de Sorolla.
Sorprende la segunda sala, un enorme espacio que era despacho, taller, sala de exposición y recibidor de la clientela. Conserva, además, un conjunto excelente de muebles y todo tipo de utensilios de trabajo:paleta, pinceles, botes, etc.







Las paredes están repletas de excelentes obras y la luz cenital tamizada ha permitido que se  exhiban algunos vestidos de comienzos del siglo XX, con ocasión de la exposición Sorolla y la Moda, que ocupa las siguientes salas y que además cuenta con una segunda Sede en el Museo Nacional tHyssen-Bornemisza.
Estas salas son, en origen, estancias privadas de la casa.




Con ocasión de la exposición de Sorolla en la Hispanic Society de Nueva york en 1909, Sorolla conoció a Louis Comfort Tiffany, quien adquirió varias obras del pintor e incluso le encargó un retrato. Sorolla adquirió varias lámparas de  la fábrica Tiffany Glass Furnaces., de las que tres cuelgan del techo del salón, comedor y antecomedor. Los brazos son de bronce patinado y lasa tulipas de cristal amarillo y blanco



Descendendiendo por una preciosa escalera de hierro fundido se llega a la zona del salón, el antecomedor y el comedor, estancias elegantes en las que la luz y las vistas al jardín, a través de ventanales y una exedra acristalada, le otorgan un carácter especial. El comedor está decorado con frisos de guirnaldas de frutas y retratos de su mujer e hijas en la parte alta.
La visita a este lugar es altamente aconsejable. No he pretendido desvelar todos sus secretos ni incidir en las obras, creo que es mejor percibirlo "in situ".
Les aseguro que el stendelazo lo tienen garantizado.
No se pierdan cada detalle. La colección cerámica de Sorolla es espectacular




¡Que tengan una buena semana!




Dir. Paseo general Martínez Campos 37. 28010 Madrid
Horario: de 9,30 a 20 h de martes a sábado y de 10 a 15 h en domingo
Entrada con aforo limitado
Se pueden adquirir las entradas en www.museosorolla.es