Representación en el Crónica albeldense del rey visigodo Chindasvinto, fundador del Monasterio de San Román de Hornija.
De todos los edificios prerrománicos de la provincia de Valladolid, tal vez sea este el menos atendido por la visita de los ciudadanos, tal vez debido a la falta de estructuras de carácter monumental antiguas y visibles. Sin embargo, encierra bellísimos elementos y una historia compleja que merecen la atención. Si tienen la oportunidad no dejen de visitarlo.
A comienzos del años 1989 se llevó a cabo una excavación arqueológica en la pequeña capilla en la que se custodiaba la supuesta tumba de los reyes visigodos Chindasvinto y Reciberga. La posibilidad de encontrar los restos de un monasterio hispanovisigodo en el lugar nos animaba en el trabajo. Cuatro arqueólogos trabajamos intensamente para reconocer cualquier evidencia al respecto. Las líneas que siguen van dedicadas a mis compañeros Miguel Angel Marcos, Angel Palomino y Manolo Serrano. La cuarta en ciernes era yo misma.
Las intervenciones arqueológicas pueden ver o no cumplidas las expectativas iniciales. Las nuestras pronto se vieron frustradas en cuanto a los resultados arqueológicos inmuebles conservados, pues como verán fueron escuetos, sin embargo, todo un universo de datos históricos se abría ente nosotros.
A comienzos del años 1989 se llevó a cabo una excavación arqueológica en la pequeña capilla en la que se custodiaba la supuesta tumba de los reyes visigodos Chindasvinto y Reciberga. La posibilidad de encontrar los restos de un monasterio hispanovisigodo en el lugar nos animaba en el trabajo. Cuatro arqueólogos trabajamos intensamente para reconocer cualquier evidencia al respecto. Las líneas que siguen van dedicadas a mis compañeros Miguel Angel Marcos, Angel Palomino y Manolo Serrano. La cuarta en ciernes era yo misma.
Las intervenciones arqueológicas pueden ver o no cumplidas las expectativas iniciales. Las nuestras pronto se vieron frustradas en cuanto a los resultados arqueológicos inmuebles conservados, pues como verán fueron escuetos, sin embargo, todo un universo de datos históricos se abría ente nosotros.
Bajo la advocación de San Román se encuentra la iglesia parroquial de un pueblo pequeño que añade al nombre del santo monje benedictino el del río que discurre por la campiña, el Hornija. Aunque hoy se halla en la provincia de Valladolid, su proximidad a Toro hizo que fuera una aldea del alfoz de esta ciudad.
Esta iglesia de una sola nave y torre a los pies, está construida en piedra caliza con paramentos de ladrillo y tapial.
La propia torre alberga en su base, la entrada a la iglesia, en cuyo interior, inmeditamente al sur, se encuentra la conocida capilla de Chindasvinto, hoy convertida en un museo en el que se expone un sarcófago de mármol, el osario y varios elementos arquitectónicos de filiación hispanovisigoda.
Las fuentes de la época aseguran que el rey Chindasvinto fue sepultado en la iglesia-monasterio de Hornija, que él había mandado construir, si bien la tradición benedictina amplia los datos indicando que si bien el patronazgo del lugar fue del propio rey, el monasterio dedicado al santo monje benedictino Román, habría sido fundado por San Fructuoso, el gran patriarca del monacato berciano, en el siglo VII.
La exhibición de una lauda sepulcral moderna en mármol negro con su correspondiente traducción al castellano, hace pensar que el sarcófago marmóreo albergaba los restos de ambos.
Chindasvinto, había fallecido el 30 de septiembre de 653 mientras que Reciberga murió el 18 de octubre de 646. En cualquier caso, el epitafio refleja un gusto por la poesía con la que los comitentes pudieran querer reflejar su cultura.
Una bella traducción:
Si la vida con oro se comprara
jamas se le atrevería a un rey la muerte,
más como a todos rige igual suerte,
ni el precio al Rey, ni el llanto al pobre ampara.
así vencido al hado esposa cara,
mi espíritu a los santos se convierte,
porque resucitada puedo verte,
al lado de ellos refulgente y clara,
¡Adiós pues Reciberga! Siete años
dulce vivir hiciste a Chindasvinto,
y otros tantos te dí al nombre de esposa,
más ya llorar me toca a desengaño,
y a orillas del Ornisga en un recinto,
a quienes Dios junto, cumbra una losa.
Otra versión castellana es la siguiente:
“ Si valiese dar por la muerte oro y piedras preciosas
ningunos males pudieran acabar las vidas de los reyes
más, pues una misma suerte derriba todas las cosas mortales,
ni el premio puede rescatar a los reyes de muerte,
ni el lloro a los pobres, por esto, no puedo más que
encomendarme a los santos, que te amparen para que, cuando
la cruel llama viniera el día del juicio a quemar el mundo,
resucites confiada en compañía de ellos. Queda, pues, con
Dios, mi muy amada Reciberga, y recibe de buena voluntad
este entierro que yo el rey Chindasvinto te doy”.
Después prosigue como ella no vivió mas de 22 años y 8 meses y de estos casada con el rey casi siete años y por todo parece como ella murió mucho antes que el rey, su marido.
La excavación arqueológica y sus resultados.
La intervención arqueológica que se planteó en la capilla suroeste venía a intentar clarificar la preexistencia de estructuras edilicias anteriores correspondientes al edificio prerrománico. Realizada durante los meses de enero y febrero de 1989 venía motivada por las obras de restauración y acondicionamiento de la capilla para convertirla en sala de exposición permanente de restos arquitectónicos "mozárabes" y el sepulcro del rey visigodo Chindasvinto, conservados en su interior.
Conforme a las necesidades y limitaciones de las dimensiones de la capilla se decidió la ejecución de una única unidad de excavación arqueológica en la zona que se vería afectada por las nuevas cimentaciones. La superficie, en la zona central de la capilla, era de 3x 3 m. Tras la retirada del entarimado certificamos la existencia de pequeñas fosas de inhumación de un cementerio infantil.
Al lado de estos enterramientos se documentó una gran fosa que sobrepasaba los límites de la unidad de excavación en la que, de nuevo, se documentaron huesos de las inhumaciones infantiles.
Bajo el gran estrato cementerial se reconoció la existencia de un nivel de escombros constructivos con abundantes restos de ladrillo, tejas, canto rodado y cal, que sellaba una fosa de sección en V excavada en el nivel natural de arenas y gravas. Un cimiento de canto rodado en el fondo de la fosa venía a poner de relieve que nos hallábamos ante la evidencia de un muro fantasma, saqueado y robado antes del uso como necrópolis de este espacio entre los siglos XVIII y XIX. La respuesta al por qué solo existen es este nivel arqueológico restos infantiles estaría en la propia advocación actual de la capilla a las Ánimas del Purgatorio.
Varios pavimentos de tierra apisonada, documentados en la mitad sur del área excavada se relacionarían con la existencia de dependencias monasteriales anejas al templo, al igual que una bolsada con estucos pintados en color rojo, que vendría a poner de manifiesto alguna reforma de pequeña entidad en alguna de estas habitaciones.
Bajo los suelos localizados a ambos lados del cimiento de canto rodado se excavaron sendas fosas con una clara intencionalidad funeraria ya que allí se localizaron varias inhumaciones de adultos, que pudieran datarse a finales de la Edad Media. Una de estas rompió un sarcófago de granito y una tumba de lajas asentadas sobre el nivel natural que se adscriben tímidamente a los siglos XI- XIII, ya que no podemos descartar una atribución previa.
Comprobar su datación hizo que nos planteáramos desmontar una zona del cimiento hallando en su interior unos fragmentos de tegula e ímbrice que no permitieron esclarecer ni precisar mucho mas que lo que ya constaba como elemento ante-quem respecto a las fosas cementeriales, esto es, el muro tiene que se anterior a los siglos XII-XIII, correspondiendo muy probablemente al edificio prerrománico.
El sarcófago del rey Chindasvinto y Reciberga se localizaba adosado a la pared oeste de la capilla, bajo el epitafio marmóreo realizado en el siglo XIX. La inscripción fue mandada grabar por Joaquín Navagero, obispo de León, indicando que fue copiada de un manuscrito antiguo ya desaparecido, al parecer copiando el epitafio compuesto por Eugenio de Toledo, del que se conocen algunas copias de época visigoda, en el 743 en el Tesoro de Guarrazar (Toledo), parcialmente en una inscripción de Gerena (Sevilla) y otras del X , en el Manuscrito Matritensis, en la Biblioteca Nacional, y en los Fragmenta legionensia que se conservan en el archivo de la Catedral de León.
Evolución histórica y constructiva.
A finales del XVIII se lleva a cabo bajo la dirección del arquitecto benedictino Fray Juan Ascondo la última de las grandes reformas del edificio añadiendo el último tramo de la iglesia y levantando la torre-puerta situada a los pies y la construcción de dos capillas laterales. Debió ser entonces cuando se configuró la gran capa de escombros que sirvió de relleno en estas obras de ampliación.
Estas nuevas construcciones saquearon la piedra de los muros antiguos para la reutilización de los sillares, siendo singularmente apreciable en los alzados exteriores donde se hacen visibles fragmentos de columnas, cornisas, etc., mientras en el interior se recolocó una lauda sepulcral fechada en 1250.
A mediados del siglo XVI ya se había llevado a cabo una gran reforma del edificio antiguo consistente en la demolición de todo el tramo central de la iglesia prerrománica sustituyéndola por una gran nave de estilo gótico tardío. A finales del mismo siglo se derribó la cabecera primitiva y se sustituyó por una cabecera cuadrada con lo que se completó la desaparición superficial del edifico original.
Porche de la Casa Prioral. Estado a comienzos del XX.
Catálogo Monumental de la Provincia de Valladolid
De gran importancia para reconstruir la historia de este edificio es su estrecha relación con el monasterio, pues se trata siempre de una iglesia conventual, adosada en su costado sur a los restos conservados de la Casa del priorato, cuya fecha de construcción consta documentalmente en 1768. del resto de las dependencias apenas se conserva nada a causa de la Desamortización de 1837.
La existencia de este monasterio se conoce desde el año 653. La continuación de la Historia de los Reyes Godos de San Isidoro recoge como Chindasvinto muere lejos de Toledo y es enterrado en el monasterio de "Sci Romani de Hornisga", junto al río Duero, que el había construido desde sus cimientos, siendo enterrado en el interior de la iglesia.
después de esta fecha la documentación es prácticamente inexistente hasta su reaparición en un diploma de Alfonso III del año 891 en el que cede el monasterio de " Sancti tomani de Ornica" a San Salvador de Tuñón (Asturias), aunque la autenticidad del diploma ha sido cuestionada.
De la época de su reedificcación, que Gómez Moreno situa en la primera mitad del X, contemporánea a las grandes construcciones mozárabes de Mazote y Peñalba, no existe referencia documental conocida. Tal vez ni siquiera se tratara de una reedificcación sino de una reparación, una reforma o una reocupación, lo que haría difícil diferenciar la frontera entre ambas.
La siguiente cita documental conocida data de 1124, año en que Doña Urraca confirma la posesión de su término a San Pedro de Montes, en León, siendo abad Pelagio.
Después de esta fecha se conoce alguna referencia nada novedosa hasta la documentación de su venta al monasterio de San Benito de Valladolid en 1489. Desde mediados del XV la vida monacal se conserva hasta la desamortización.
El sarcófago.
Sobre el sarcófago, que es un elemento claramente excepcional, un auténtico monumentum descrito por Pelayo como majestuoso, rematado con "cuernos" en sus cuatro esquinas”, poco mas podemos decir, salvo que lo que ha llegado a nuestros días es una pieza monolítica de mármol sin cubierta.
Gómez Moreno interpretó a la luz de las noticias medievales que se trataba de una estructura exenta con frontispicios puntiagudos en sus cuatro frentes.
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Gómez Moreno interpretó a la luz de las noticias medievales que se trataba de una estructura exenta con frontispicios puntiagudos en sus cuatro frentes.
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Tapa de sarcófago de la necrópolis de Alyscamps en Arles. Tal vez el tipo descrito para el de Chindasvinto por Pelayo.
Actualmente se expone vacío en la capilla. Junto a el, sobre columnas modernas, se exhiben dos capiteles magníficos, recolocados, pues antes de la obra se hallaban en la zona del altar mayor.
Bajo el púlpito situado en la nave, sirviendo de soporte se encontraba un fragmento de columna estriada dividida en dos registros de estrías en direcciones opuestas, coronada por un capitel, que actualmente encontramos en la capilla-museo.
Adosada al muro sur de la iglesia se encuentra la antigua casa prioral, un modesto palacete del siglo XVIII que hasta hace unos años se mantenía en pie aunque abandonado a su suerte y que hoy lamentablemente se muestra arruinado y en grave peligro de colapso irremediable. Para la construcción de la galería o pórtico de la fachada se reutilizaron cinco magníficas columnas monolíticas de mármol, casi idénticas, acompañadas de capiteles y basas de diversa calidad y cronología. De dos de los capiteles se dice que son de tradición toscana, mientras que a los otros tres, corintios, se les otorga una filiación mozárabe, y resultan impresionantes por su decoración. Son parecidos a la serie de San Cebrián de Mazote y se les ha puesto en relación con otros modelos equiparables de diversas construcciones asturianas y mozárabes.
Esta construcción es de propiedad privada, ha estado en venta y uno de sus capiteles fue expoliado hace unos años.
Como han visto, hay muy pocas certezas a cerca de este lugar. Tal vez hubo una fundación visigoda para instalar un mausoleo real del que quedarían las noticias del obispo Pelayo. Desde luego, hay reutilizados elementos romanos y sin duda en el siglo XII allí se conservaba un conjunto funerario de carácter monumental.
Parece que esta sería la primera noticia seria que recoge la existencia del Mausoleo de Chindasvinto y no la que se atribuyó, parece que por una lectura errónea, a Ildefonso de Toledo en sus continuación de la Crónicas Isidorianas.
Un lío histórico que tal vez un día pueda ser desvelado si se consigue llevar a cabo allí una investigación arqueológica de mayor envergadura y objetivos que contribuya, a la vez, a la recuperación de este conjunto monumental.
Parece que esta sería la primera noticia seria que recoge la existencia del Mausoleo de Chindasvinto y no la que se atribuyó, parece que por una lectura errónea, a Ildefonso de Toledo en sus continuación de la Crónicas Isidorianas.
Un lío histórico que tal vez un día pueda ser desvelado si se consigue llevar a cabo allí una investigación arqueológica de mayor envergadura y objetivos que contribuya, a la vez, a la recuperación de este conjunto monumental.
La iglesia de San Román es Bien de Interés Cultural
¡Que tengan una feliz Semana!
Excelente entrada y excelente blog. Mi más sincera enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Jenri. Se hace todo lo bien que se puede.
EliminarMuy interesante, tanto la iglesia parroquial como los elementos arquitectónicos reutilizados, de diverso origen. Apasionante la campaña arqueológica, y emotivo el epitafio de Chindasvinto. Enhorabuena a ti, a tu equipo, y a todos nosotros por tu trabajo Consuelo
ResponderEliminarMuchas gracias Nacho. Los trabajos realizados dejan un poso de emoción que unido a la investigación permiten recordar y contar. Un lugar para conocer, sin duda alguna.
ResponderEliminarMuchas gracias, es muy interesante. Por cierto, una puntualización: el término "edilicia" alude a las obras públicas, en especial a las municipales. Creo que cuando empleáis aquí "edilicio" en realidad deberías de decir "constructivo", "edificatorio" o "arquitectónico". Un saludo y gracias de nuevo por la difusión de vuestro trabajo
ResponderEliminarTienes toda la razón Jaime. Rectificación inmediata. Muchas gracias por el comentario
EliminarGenial. Las cosas vividas son más emocionantes, pero es que tú sabes narrarlas transmitiendo toda tu pasión y amor por la historia y sus gentes. Es una absoluta delicia. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias Sira. Cosas pequeñas y maravillosas que hacen comprensible el devenir histórico. Un abrazo grande.
EliminarFantastica explicacion; tan buena que sabe mal que se acabe el trabajo. Felicidades
ResponderEliminarGracias Antonio. Un placer.
EliminarMe ha encantado, Consuelo. La poesía del epitafio, una gozada. Gracias.
ResponderEliminarGracias Ray. A mi también me gusta muchísimo
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ResponderEliminarY que paso con los huesos de los reyes y sus pertenencias??? desaparecioeron con el viento??? saludos, buen blog
ResponderEliminarTodo el material descubierto fue objeto de estudio y luego fue entregado al Museo de Valladollid.
EliminarTodo el material descubierto fue objeto de estudio y luego fue entregado al Museo de Valladollid.
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ResponderEliminarTanto el escudo como la espada del rey y el pergamino que contenía el epitafio original, están desaparecidos. Algún autor indica que la espada fue vendida a algún anticuario alemán. El escudo y el pergamino con el epitafio, es posible que fueran llevados a León por el propio D. Joaquín Barbajero, (no Navajero), que fue quien colocó la actual lápida de mármol negro, desconociéndose su paradero. Buen trabajo, Consuelo. (Bernardo Asensio Colino)
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ResponderEliminarBuenos días Consuelo, la escribo desde el Ayuntamiento de San Román de Hornija, me gustaría ponerme en contacto con usted, para ello la dejo el correo electrónico del Ayuntamiento: ayto.sanroman@dip-valladolid.es . Espero su respuesta, un saludo. Ernesto del Palacio Gallego
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