martes, 15 de septiembre de 2015

Templos de origen altomedieval. San Pedro de la Nave revisada


Una tarde de un verano, en un día lleno de luz y calor, no es mal plan adentrarse en la historia de la Alta Edad Media a través de uno de los templos mas singulares, antiguos e interesantes del Duero. Bien de Interés Cultural desde comienzos del siglo XX y recientemente objeto de un tratamiento para mejorar su ventilación e iluminación, es de visita, contemplación y disfrute mas que recomendables.
Ha sido objeto de estudios recientes que ponen en tela de juicio su visigotismo. 
Si gustan de acompañarme, será un auténtico placer y un reencuentro tras unas merecidas vacaciones de Ermitiella.



En 1906 D. Antonio Gómez Moreno redactaba la primera memoria científica sobre la iglesia de San Pedro de la Nave, convirtiéndose sus fotografías y planimetrías en un referente para la investigación de los templos visigodos. Los arcos de herradura y sus paralelos en el ámbito peninsular, como San Juan de Baños y Santa Comba de Bande, y los existentes fuera de nuestras fronteras, avalaban, junto con la epigrafía y los motivos decorativos, tal adscripción.

Se unían a estos, otros argumentos mas prosaicos. 

Hacia 1919 El mismo Gómez Moreno, la incluye como visigoda al no poder clasificarla ni en el Arte Asturiano ni en los esquemas mozárabes. Además, según la historiografía de la época, entre los siglos VIII  y X Castilla se hallaba desierta, luego la cronología de la iglesia debía ser anterior, aplicando una lógica aplastante.

El templo debe su nombre a la advocación antigua a los santos Pedro y Pablo, como se documenta ampliamente en el siglo X, permaneciendo el primero de los hagiotopónimos y a su situación junto a un embarcadero de los monjes, una situación común en este afluente del Duero, que consistía en pasos móviles a los que se adscribía un barquero, de ahí su denominación de San pedro de la Nave.

" Volviendo algo sobre la izquierda (de Carbajosa) sale de ahí dicho camino que al pueblo llamado La Pueblica......este lugar situado al márgen del esla, tiene barca llámase la barca de San Pedro de la Nave, que es lugar, barca de los referidos monjes benitos"

Sin embargo, la tradición medieval ligó este templo a los santos Julián Hospitalario, protector de los caminantes, confesor y barquero, cuya fiesta se celebrara el 7 de enero y Basilisa, a quienes se atribuía la construcción del templo. Esta adscripción parece responder a los intereses de los monjes benedictinos en prestigiar la iglesia, que era un priorato suyo.




San Pedro de la Nave. 
Fuente: Manuel Gómez Moreno. Catalogo Monumental de España. Provincia de Zamora. Año 1905


La iglesia, durante el desmonte para su traslado en 1930. / ARCHIVO FOTOGRÁFICO DE IBERDROLA







Originariamente San Pedro tuvo su emplazamiento a orillas del río Esla, en La Pueblica,  pero al proyectarse el embalse de Ricobayo, el templo  hubiera quedado sumergido en sus aguas, por lo que, a iniciativa de Manuel Gómez-Moreno, se decidió su traslado piedra a piedra a la actual ubicación, en El Campillo. Los trabajos de desmonte, traslado y remonte se llevaron a cabo entre los años 1930 y 1932 bajo la dirección del arquitecto Alejandro Ferrant Vázquez.





Durante casi un siglo los estudios y propuesta de adscripción se han realizado sobre un templo reconstruido, pero en 1997, al conocerse que el agua del embalse de Ricobayo había bajado de nivel, se aprovechó para realizar un trabajo de excavación arqueológica en lo que fuera el solar de la antigua iglesia medieval. En dos semanas, bajo la dirección de D. Luis Caballero Zoreda se excavaron los cimientos visibles del templo con la empresa Strato, Gabinete Arqueológico.



Superposición de la planta actual de la iglesia sobre los restos hallados en la excavación arqueológica. 

Las conclusiones mas interesantes del estudio que ha revisado esta construcción tan especial, vienen a establecer la existencia de una fase constructiva homogénea  a la que corresponde el conjunto de la edificación, fechada entre los siglos VII y X, una cuestión que viene a poner fin a las propuestas de la existencia de diferentes y consecutivas fases constructivas para el templo. 

Se documentó, igualmente, una destrucción también tardoantigua o altomedieval, así como una fase tardomedieval y otra contemporánea, mas otra que correspondería al desmonte y traslado para finalizar con el anegamiento del templo.

La aportación mas significativa, es, sin duda alguna, la unidad en su construcción, la confirmación de la planta de la iglesia trasladada, que descarta la existencia de una iglesia cruciforme previa transformada luego en la basilical y la existencia de dos estancias de las que no existía constancia en el traslado: una habitación delante de su fachada occidental con una posible función de porche o pórtico, que estuvo cubierta de madera y tejas y no se hallaba abovedada, al contrario de como se cree que estaría la iglesia original; al noroeste, otra habitación comparece levantada con unas características similares.La aparición de una pileta permite proponer la existencia de un antiguo baptisterio, una cuestión que permite plantear que la iglesia, hasta ahora atribuida a un monasterio, no pudo tener una doble función, siendo además parroquial.
http://editorial.dca.ulpgc.es/estructuras/construccion/1_historia/16_visigoda/c165.htm

La iglesia se organiza en dos ejes perpendiculares, uno norte -sur, con dos porches abiertos, con una función de acogida junto a los cierres de la iglesia (como ocurre en el Trampal, Melque, Bande y quizás la Mata) y otro este-oeste, constituyendo el crucero un espacio distribuidor que dejaba en la parte oriental el ábside, un anteábside que, tal vez, pudiera ser un coro, y dos sacristías retrasadas con puertas y ventanas, mientras que al occidente se hallaba el aula, separada con un muro con ventanas de planta basilical en tres naves.



Estas ventanas del aula, distribuidas en parejas de huecos,  debieron cerrarse con cortinas y no con cancelas.
Esta organización litúrgica del interior nada tiene que ver con las de las iglesias paleocristianas, lo que debe reflejar un drástico cambio del ritual.





La aplicación del método estratigráfico de la denominada Arqueología de la Arquitectura sobre el templo pulcramente rehecho por Ferrán, fué realizada por un equipo dirigido por L. Caballero-Zoreda y las conclusiones serían las siguientes:


1.- No todo el material utilizado en la construcción del templo procedería de cantera, ya que se sabe de la existencia de piezas de granito, algunas con inscripciones, de las que, al menos, una es de origen romano.


2.- el edificio, en planta, corresponde al original, construido mayoritariamente con arenisca, si bien no falta el granito en los dinteles interiores de las ventanas que comunican el anteábside con las habitaciones, el zócalo de alguna columna y las esquinas externas de las habitaciones, así como el mármol en fustes y basas de columnas de las ventanas, del crucero y del ábside. La talla del material se realizó con hacha y los sillares resultantes, muy bien cortados y escuadrados conforman un aparejo uniforme.


3.- La cohesión de los muros se obtuvo mediante el uso de grapas de madera, que existían en todas las hiladas, salvo en la primera, la segunda y la 14, contando las piezas con una longitud entre los 40 y los 70 cm.





Grapas conservadas en el Instituto Gómez Moreno, Granada. 


4.- Sobre el arco de triunfo, apareció una viga de 278x38x30 cm, grapada a los sillares del testero del anteábside. Esta viga está realizada en pino silvestre.


Localización de la viga y su atado. Dibujo de Luis Caballero basado en un croquis de Gómez Moreno.


Viga en el Museo de Zamora con las cajas para atar con los sillares mediante las grapas.


5.- Las columnas, capiteles y basas del arco triunfal están unidas entre si por pernos emplomados y se ajustan mediante mortajas a las soleras y a los cimacios.


6.- Debieron existir puertas de madera entre los porches y el transepto y en el hastial.


7.- Sobre las ventanas, se conservan un buen número de ellas, aunque algunas se hallan retocadas o parcialmente rehechas.  Las del ábside, las del transepto y el anteábside son de dintel monolítico tallado con arco de medio punto. Las primeras debían cerrar con celosía pétrea, pues se conserva el carril tallado en los sillares, aunque en el momento del desmonte ya no existían. El resto de las ventanas eran rectangulares al exterior y rematadas en medio punto al interior.
En las  habitaciones se conservan ventanas tríforas cajeadas para albergar cierres


8.- La decoración escultórica es, sin duda, fundamental para el conocimiento de la historia del arte  altomedieval hispánico por su excepcional calidad estilística y diversidad, abundancia y riqueza de los temas.


Imposta de una ventana del transepto.

No es mi intención repetir y describir unos motivos ampliamente recogidos en numerosas publicaciones sino incidir en lo que de original propuesta aporta el estudio de 2004 de J. M. Hope.

En los roleos, el taller de la Nave creó una nueva sensibilidad por la naturaleza representando diferentes especies vegetales (adormidera, aro) que se combinan con las figuras y escenas de los capiteles.

El friso inferior es de círculos sogueados, casi siempre yuxtapuestos y en su interior cruces griegas, estrellas ruedas de radios curvos, rosetas, racimos, alguna silueta...









Junto a las rosetas y cruces, un caballero con halcón muy esquematizado y significativo.



Un significado especial le da el estudio a la cruz, considerada como un signo de victoria, el triunfo de Cristo especialmente significativa sobre el muro este.
Del resto de motivos, los geométricos están tallados a bisel, en un proceso artesanal en el que quiero verse la impronta de los modelos de trabajo sobre madera.
Las cabezas humanas, los rostros simplificados, se hallan en basas y capiteles, tanto de frente como de perfil y se parecen mas a las cabezas cortadas que a auténticos bustos, proponiéndose su significado como la imagen del alma de difuntos anónimos, las almas del paraíso.
El programa iconográfico completo corresponde a dos maestros contemporáneos. 
Los apóstoles aparecen en basas y capiteles del crucero.



Apostol con la mano sosteniendo una cruz,  en el capitel Noreste.


Detalle del lateral del capitel sureste del crucero



Santo Tomás. SC TOMAS. En el libro +ENMANUEL.



San Pedro,  representado en el lateral del capitel suroeste (el del sacrificio de Isaac), con el libro (LIBER), y adornado de brazaletes y torques, como distinciones militares. Pedro representado a la moda de la tropa gótica, un auténtico hapax, asimilado al guardián del Lábaro (según texto de Juan Crisóstomo)



San Felipe con la corona en alto


Evangelista. Lateral de la basa noroeste.




Frente de una de las basas de las columnas del crucero



Sacrificio de Isaac



Daniel en el foso de los leones. UBI DANIEL MISSUS ETS IN LAQUM LEONUM
Abajo, a ambos lados, pequeñas cabezas. El roleo superior es, claramente, de inspiración oriental.



Capiteles con aves afrontadas picando los frutos. Sobre esta escena roleos con motivos vegetales y cabezas cortadas. Zona del anteábside.



9.- El horologio de piés es original de la iglesia. Se encuentra situado en un sillar del arco de triunfo. 






10.- El edificio recién terminado sufrió una ruina al no haber entrado en carga algunas bóvedas, desde el crucero hasta el hastial. Se produce una restauración inmediata de la zona hundida, desde la zona baja de las arquerías de la nave central.

11.- Una nueva ruina violenta derriba parte del aula que fue reparada en época plenomedieval y fases posteriores.




Una cuestión especialmente interesante es la de la datación del origen del templo.
Su carácter de iglesia abovedada, entre las que se incluyen tanto los templos tardorromanos, como altomedievales , incluyendo las visigodas y asturianas), , no aclara la cuestión de su adscripción cronocultural salvo si se analiza el programa iconográfico.

La decoración de la Nave depende, según las investigaciones de Luis Caballero Zoreda, de un mismo taller al que por el análisis de modelos y técnicas otorgaría, en cualquier caso, una fecha posterior a la llegada de los influjos sirios omeyas que llegaron a la península a partir del siglo VIII, una propuesta ya defendida por Hoppe.

Se han llevado a cabo, con metodología dendocronológica y radiocarbónica, el análisis cronológico de cuatro grapas (de las mas de 90 que se citan en el proceso de traslado del templo) y una viga de madera que pertenecieron al edificio.

Las fechas de las cuatro grapas coinciden básicamente con la segunda mitad del siglo VII, una de ellas conservando gema, es decir que la datación es la del momento de su corte, mientras que otras dos alcanzan los momentos finales del siglo VIII e iniciales del IX. Por el contrario, la fecha de la viga de pino albar puede situarse entre finales del V y finales del VI. Dada esta diversificación cronológica, ¿podría tratarse de madera reutilizada, al igual que fueron remontados sillares anteriores? La cuestión está planteada. El equipo dirigido por Caballero-Zoreda, poniendo en tela de juicio el visigotismo de esta construcción, plantea que este templo no se construyó de forma coetánea a las fechas de la madera(que no de las grapas, que pudieron ser recortadas de piezas anteriores) defendiendo, en todo momento, una explicación postvisigotista que hace que le otorguen una fecha original en torno al año 900.
Además los datos de la epigrafía de la Nave se pueden datar tanto en el VII como en el IX.





Capitel con arcos en el anteábside




Sillar con grafitti esquemático de un humano y dos cuadrúpedos. Situado junto a la puerta interior del pórtico sur.




Sarcófago monolítico de San pedro de la Nave que la tradición sostiene que corresponde al liugar de enterramiento de Basilisa y Julian.


Pila aguabenditera




Grafitti medievales




Ventana exterior geminada



El templo, en 2014, se encontraba en buenas condiciones de uso, si bien presentaba algunos focos de humedad localizados, derivados del estado de las cubiertas y de humedades en el solado, provenientes del terreno. 
Para evitar y corregir estas patologías se ha restaurado la cubierta de la iglesia, incorporando un nuevo sistema de ventilación, que, de forma natural, genera una corriente continua de aire, posibilitando la correcta ventilación y la mejora de la conservación estructural. 
Del mismo modo, un drenaje perimetral del edificio y la sustitución de las antiguas carpinterías y cristales de puertas y ventanas por placas de alabastro ha ido orientado también a evitar el problema de humedad y mejorar la ventilación del templo. La iglesia ha sido monitorizada en todo momento, a través del MHS (Sistema de Monitorización del Patrimonio), desarrollado por la Fundación Santa María la Real, cuyos datos han facilitado la redacción del proyecto de intervención y servirán para controlar y gestionar la adecuada conservación y mantenimiento del edificio.
Esta actuación se enmarcó en un proyecto de colaboración transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural, el Plan Románico Atlántico, que supone la estrecha colaboración entre diferentes entidades de España y Portugal, en concreto, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Secretaría de Estado de Cultura de Portugal, la Fundación Iberdrola, la Fundación Santa María la Real, la Iglesia Católica de Portugal y las diócesis españolas de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Zamora y Astorga.







Por otro lado, San Pedro de la Nave carecía de instalación eléctrica, la única iluminación con la que contaba era la luz natural que penetraba por las saeteras. En este sentido, se ha diseñado e instalado un sistema de iluminación que permite adaptar la luz al uso que tenga en cada momento el espacio y que, además, guía la mirada del visitante, facilitando así una mejor comprensión del templo, atendiendo a su potencial turístico. Siguiendo los criterios del Plan Románico Atlántico el impacto visual y el consumo energético son mínimos, puesto que toda la instalación eléctrica va soterrada y se ha resuelto con la instalación de 13 luminarias, que consumen poco más de 90 vatios.

La intervención se ha completado con una actuación en el entorno de la iglesia, orientada a reorganizar los espacios y a dotar al templo de un nuevo plan de gestión, para mejorar y facilitar la afluencia de visitas; a la vez que se potencia la imagen de tan singular edificio. Así, una de las principales apuestas ha sido la creación de un centro de recepción de visitantes soterrado, para que no rivalice ni en volumen ni en relevancia con San Pedro de la Nave. El espacio servirá para ordenar el acceso a la iglesia; facilitará un área expositiva, donde poder mostrar parte de las piezas y elementos históricos que atesoraba el templo y acogerá el servicio de bar y cafetería.

La creación de una zona ajardinada, el acondicionamiento de un aparcamiento adecuado a las necesidades del edificio y la eliminación de elementos disonantes que entorpecían la visión del monumento han sido los últimos trabajos efectuados en el entorno de San Pedro de la Nave.

¡Les deseo una feliz semana!







Bibliografía

Caballero Zoreda, L. (coordinandor) 2004: La iglesia de San Pedro de la Nave. Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo. Zamora
http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa/article/viewFile/263/264

8 comentarios:

  1. Muy interesante, aunque dice "Además, según la historiografía de la época, entre los siglos VIII y X Castilla se hallaba desierta": esta iglesia no está (ni mucho menos estaba) en Castilla...

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  2. Gracias por volver a ilustrarnos. Me encantan tus entradas. Besos,

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  3. Fantástico reportaje. Estuve el pasado fin de semana. My cámara es muy mala, y llovía así que con tu documentación he disfrutado de lo lindo. Gracias!!!

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