martes, 6 de octubre de 2015

Simancas 939. La batalla del Supremo Poder


 

Huestes regresando de una batalla con prisioneros con cepo. Alhambra de Granada

Parece que el enfrentamiento entre las huestes del califato y los ejércitos convocados por el rey de Léon era inevitable. La tortura y asesinato de un alto funcionario árabe a manos de Abderramán III hizo que su hermano, Omaya, el gobernador de Santarem,  ofreciera una alianza a Ramiro II  y este invadiera y saqueara el territorio portugués,  
La respuesta del gran califa sonó en todos los alminares en la voz de los muhecines de la Península Ibérica y el Norte de Africa, que llamaban a la guerra santa, el precepto islámico del que se valió para juntar un ejército de mas de 100.000 soldados procedentes de Al-Andalus, Mérida y Al Garb, Zaragusiya, el norte de Africa, y contingentes eslavos.
Miles de fieles acudieron para alistarse en el ejército y  aportar dinero, comida, armas, caballos con los que combatir al infiel  leonés, mientras cada día en la mezquita de Córdoba se daba las gracias por la segura victoria.


Palacio Rico de Medina Azahara, residencia de Abderramán III

La campaña estival distaba mucho de ser una aceifa; en realidad se gestó como una gran campaña militar contra la ciudad de Zamora,  puerta al interior del corazón del reino; un castigo que los cristianos del norte no pudieran olvidar  y que fue publicitado como la Campaña del Supremo Poder.
El califa, refieren las fuentes escritas, salió, a fines del mes de junio, hacia Toledo, una de sus ciudades de la frontera norte y atravesó el Sistema Central por el Puerto de Tablada, en Guadarrama.
El imponente contingente se dirigió a la ciudad de Coca, el hisn Skar (Iscar, Valladolid), una morada que había sobre el río Cega, el hins Burtill´Assim (Portillo, Valladolid) y Al kas rain (Alcazarén, Valladolid), saqueando, aprovisionándose, quemando y forzando el abandono de los pobladores del sur del Duero.


Ramiro II de León, Tumbo de la Catedral de Santiago de Compostela

Si Zamora, que había sido conquistada al califato en 901, volvía a ser tomada, se habría dado al traste con el programa de reorganización cristiana del territorio, por lo que Ramiro II, sabedor de lo que se avecinaba, decidió ofrecer resistencia en la plaza fuerte de Simancas, convocando un  numeroso ejército de leoneses, castellanos (con Fernán González y Asur Fernández), asturianos,  gallegos, aragoneses y navarros de la reina Toda. 


Formación de combate. Beato de Escalada

La ciudad se asentaba sobre la antigua civitas indígena y romana de Septimanca,  En esta  plaza avanzada, situada en un cerro sobre el mismo río Duero, se aunaban unas condiciones naturales en altura y un sistema de fortificación que la convertían en un lugar inexpugnable, constituyendo uno de los baluartes estratégicos mejor defendidos de León.



Beato de San Miguel de la Escalada o Beato Thompson (año 960 aprox.)


Beato de Urgell. Toma de Jerusalem por Nabucodonosor

A finales del mes de julio, el día 19,  ambos bandos concentraban sus efectivos en torno al lugar y entonces un fenómeno natural, desconocido por aquellas gentes se convirtió en designio. El sol se oscureció por un eclipse en medio del día, dando lugar a toda una serie de augurios en ambos bandos que valió una tregua de dos días.

Defensa de una fortaleza. Beato de Turín,  hacia 1100.

El califa abrió la batalla el día 1 de agosto con un ataque frontal que duró cinco días. Tras avances y retrocesos, la mala coordinación del enorme ejército musulmán, hizo que este empezara a ceder. El califa decidió levantar el campo ante las muy numerosas bajas infligidas a sus huestes y en una retirada a tiempo justificó lo realizado como una victoria sobre el orgullo cristiano de León, cuyas pérdidas eran, también, cuantiosísimas.
No fue, sin embargo un viaje fácil, pues el rey de León, decidió perseguirlo hasta aniquilarlo.



Simancas

Tomando el Duero hacia el este, Abderramán decidió dirigirse a tierras de la Marca Media andalusí pasando por el castillo de Mamblas (en Tudela de Duero, Valladolid), Rubielos (en San Martín de Rubielos, Burgos) siguiendo camino oriental hasta la zona del Burgo de Osma hasta llegar a una zona de barrancos en la que su ejército fué definitivamente vencido en la que se conoce como la derrota de Alhándega (los barrancos, precisamente) que se presume situada mas allá de Ayllón, en las proximidades de la fortaleza de Atienza, situada en la calzada que unía Siguenza y el Burgo de Osma, hacia donde se dirigía al tratarse de una fortaleza capaz de albergar y dar cobijo a sus tropas.


Atienza

La campaña del Supremo Poder no solo no había quebrado a los cristianos del norte sino que supuso la mayor derrota sufrida por los ejércitos maltrechos de Abderraman III y la mayor victoria de Ramiro II.
Del campamento califal se obtuvo un botín extraordinario, incluyendo algunas pertenencias del propio Abderramán III que no volvió a dirigir sus ejércitos. El desastre militar supuso el ajusticiamiento de los generales supervivientes en Córdoba
Todo el mundo conocido supo la derrota, desde Roma hasta Aquisgrán.
Las consecuencias de esta campaña militar no se hicieron esperar. La frontera de la reconquista descendió al río Tormes y las campañas  cristianas se multiplicaron, pero eso es otra historia.
Los datos arqueológicos, por el momento, sin ser ajenos a esta historia, son muy parciales. La búsqueda e investigación de estos escenarios queda pendiente por el momento.
La batalla de Simancas y la derrota de Alhándega son hitos de una confrontación medieval en una frontera histórica que hoy es no es sino un río por el que discurre una cultura ancestral que nos une y enriquece.

¡Feliz semana!






11 comentarios:

  1. Fantástico resumen comentado de una batalla que permitió avanzar hacia el sur.

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  2. Gracias Antonio. Lo cierto es que es la historia de una tremenda derrota del gran ejército de un poderoso gobernante y de cómo el rey de León lo supo aprovechar

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  3. Interesante artículo histórico. Genial!

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  4. Interesante artículo histórico. Genial!

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  5. Muy interesante!
    Voy a indagar el paso del Cega, por lo visto el ejército acampó junto al río.
    La gente mayor decía que hubo una batalla.

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    Respuestas
    1. No olvides contármelo. Yo creo que hay un lugar en el que es posible que estuviera esa morada sobre el Yigha

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  6. Sí, ya te lo contaré.
    Tu teoría me parece muy sólida, en el lugar hay un buen vado muy amplio y enfrente del poblado.
    A ver si un dia que haga bueno me acerco a explorar el marco físico.

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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