martes, 9 de septiembre de 2014

Husun altomedievales en el Duero. Portillo e Iscar





No es nada fácil tomar la decisión de dejar de lado el apasionante mundo de la investigación arqueológica de la Edad del Hierro en el occidente zamorano para adentrarse en el, hasta entonces para mi ignoto, mundo de las fortificaciones medievales, y mas aún de las mas antiguas de estas. Los senderos laborales me condujeron, a comienzos de los años 90, al estudio de fuentes escritas medievales, los análisis toponímicos y la prospección arqueológica de asentamientos arqueológicos de esta época.
Se abría ante mi un mundo nuevo repleto de evidencias históricas y arqueológicas relacionadas con lugares en los que quedaba de manifiesto la existencia de núcleos de ocupación existentes ya desde antes del siglo X que conservan toponimia bereber y que se asocian a fortificaciones altomedievales.




Cuando Ibn Hayyan escribió el Muqtabis V narrando la campaña de Abderramán III sobre Simancas -luego traducido por Pedro Chalmeta-  fue citando los lugares de paso desde el Sistema Central hasta la Plaza avanzada del reino de León y en ese discurso citó el paso de la sierra por el puerto de Tablada. Desde este camino las huestes del califato se dirigieron a la ciudad de Coca y de aquí al hins skar, la morada que había sobre el Cega, el Al-kas-rain, el husun de Burtill Assim para presentar batalla a los pies de la ciudad leonesa ribereña de Simancas que se produjo en 939.
La existencia de este tipo de topónimos, de clara raiz bereber, en esta zona, no hace sino abundar en la idea de la existencia de una cierta ocupación del territorio por parte de miembros de esta etnia desde la invasión de la Península Ibérica. 
Los husun y alquerías bereberes ubicadas al sur del Duero, pero relativamente cerca de su curso, son uno de los tipos de instalación fortificada existentes en la zona en la Alta Edad Media. Portillo, Iscar y Alcazarén son mencionados como los husun de Burtill'Assim (Portillo), Skar (Íscar) y del lugar conocido como Al-Kas-Rain -los dos alcázares- (Alcazarén), todos ellos topónimos de origen bereber con restos de fortificaciones antiguas y en los que ha sido posible reconocer la existencia de materiales arqueológicos islámicos del siglo X. 

Esta ocupación territorial no debió adquirir una gran consistencia política citándose en las crónicas su abandono ante el avance de las huestes del califato. Y esto no le resta un ápice a su importancia estratégica, que no le pasó desapercibida a los invasores sureños en su periplo hasta los pies de Simancas.
De hecho es muy posible que el ejército de Abderramán III ajustara su itinerario de viaje para controlar estas plazas fuertes con el ánimo de no dejar desprotegida la retaguardia.


Qué es un hisn, en plural husun?

La palabra árabe hisn denominaba a un tipo de castillo andalusí, una torre militar que instalada sobre un  determinado territorio constituía su centro de organización económica y defensiva. Su función estratégica era incuestionable, controlando también las vias de comunicación. Eran, además, un punto de abastecimiento y refugio de la población.
En el caso de Portillo e Iscar se trata de enclaves en altura aislados por escarpadas laderas, precedidas de un foso y que cuentan con un reducto fortificado.
Existen ubicaciones similares para lugares de cronologías próximas como el del Castilviejo en Cuéllar, este sin connotación bereber alguna conocida.
Un aspecto importante en la valoración de su ubicación es el control visual que ejercen sobre la vega del Duero, hasta Simancas, en el caso de Portillo, y sobre el Eresma, en el caso iscariense.
Estas torres, una vez la zona pasa a formar parte del reino cristiano de León, parecen haber podido ser usadas por los magnates reales que fueron enviados a organizar la zona y núcleo original de las futuras villas fortificadas de las Comunidades de Villa y Tierra en el caso del sur del Duero.


El hisn de Portillo.




Traducido, castillo del portillo de Assim, se habría instalado sobre una estrecha lengua de páramo en lo que hoy se conoce como el Pico del Calvario en Portillo, Valladolid. El relieve marca una pequeña mota precedida de un foso adelantado sobre un relieve alargado en la zona superior del cerral.
Aunque no se han llevado a cabo excavaciones arqueológicas en este lugar si se han realizado prospecciones superficiales y un estudio de materiales de carácter arqueológico, así como una comparativa de estudio sobre fortificaciones altomedievales de toda la zona hallándose emplazamientos similares sobre bordes de páramo y asociados a fosos.





La comunidad aldeana asociada a esta torre defensiva pudo haber ocupado la zona baja de la ladera del páramo, mas próxima a los limos fértiles del arroyo Masegar y al resto de los recursos económicos disponibles. Avalaría esta posibilidad el reconocimiento aéreo de un edificio de planta rectangular y cabecera cuadrada, un templo altomedieval prerrománico con toda seguridad, que sería el mas antiguo de los conocidos en la zona del Reoyo.



El hisn de Iscar

Las crónicas musulmanas posteriores relatan como en 939 las huestes califales de camino a Simancas hallan el hisn skar, Iscar (Valladolid), que sus pobladores habían abandonado. El lugar fue arrasado asolando las propiedades de sus gentes.

Skar es una palabra de origen bereber que se conoce en otros lugares de la península Ibérica como Castilciscar, en Zaragoza, o Tiscar, en Córdoba y Jaén, traduciéndose como campamento militar-religioso.
En este caso se daría, curiosamente, una redundancia de las voces hisn (Castillo) e Skar (campamento militar)


Durante el proceso de restauración del castillo, en el marco de las actuaciones de control arqueológico asociadas a los movimientos de tierra de la limpieza de algunas áreas del complejo defensivo, se halló una jarrita califal que da testimonio de la ocupación del lugar en el siglo X atestiguando lo que las fuentes venían a contar sobre la toma del lugar.





Entre el Duero y el Sistema Central las tribus bereberes mercenarias de los árabes que arribaron a la península en 711, habrían ocupado las ciudades mas o menos abandonadas repartiéndose las tierras pertenecientes a los grupos dominantes hispanovisigodos. No obstante hubo un repliege hacia el sur debido a la sequía, hambrunas y las campañas de Alfonso III que provocaron una reducción poblacional de estas nuevas gentes a fines del siglo VIII.
A pesar de estas circunstancias, gentes bereberes habrían permanecido de modo residual fundamentalmente ligadas al ámbito rural, dejando una impronta reconocible hasta la actualidad.
Los bereberes constituyen, a día de hoy, un 20% de la población del norte de Africa y se llaman a si mismos amazigh, que significa los hombres libres.


Feliz Semana!



Bibliografía.

Escribano Velasco, C. y Balado Pachón, A; 2001: Una singular ocupación altomedieval al sur del Duero: los husun de Iscar y Portillo (Valladolid). Actas V Congreso de Arqueología Medieval Española. Tomo I, pp 69-76.

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