Sus nuevas trompetas son de un tipo peculiar bárbaro, que soplan en ellas y producen un sonido duro que se adapta al tumulto de la guerra
Diodoro Sículo en torno al 60 a. C.-30 a. C Historias, 5,30
Explica John Kenny en sus conciertos didácticos cómo el hombre ha intentado, desde épocas pretéritas, hacer resonar su voz mas allá, mas alto, más lejos, con el objeto de comunicarse con sus semejantes, con sus dioses, e incluso para imponer y atemorizar. De este modo se ha valido de caracolas marinas, tubos vegetales, como el digeridoo, flautas sobre hueso y trompas de metal.
Conocí a John en el marco de una exposición de un proyecto europeo titulado Arqueomúsica en Europa, un apasionante tema para alguien como yo, a quien la gusta la música y es arqueóloga.
En el contexto de un programa que titula The Mouthpiece of de Gods, la boquilla de los dioses, este singular y excepcional trombonista, se convirtió en el primer músico contemporáneo en hacer sonar, entre otros instrumentos, varios carnix, un instrumento de viento que se usaba a finales de la Edad del Hierro y hasta la tardoantigüedad, entre el 300 a. C. y 500 d. C.
Se trata de trompas fabricadas en bronce que se mantenían en vertical o en horizontal, apoyadas sobre el hombro de un porteador en cabecera y cuya campana resonadora tenía forma de cabeza de jabalí.
John Kenny tocando la reproducción del carnix de Deskford apoyado en una horquilla.
Impresionante técnica de respiración circular y sonidos.
Gracias a los testimonios artísticos, como el Caldero de Gundestrup y monetales, entre otras, podemos saber que se usó en ceremonias guerreras, seguramente para ordenar e incitar a las tropas a la batalla y con el objeto de intimidar al enemigo. En este caso se portaba en vertical, hacia arriba, de modo que resonara por encima del campo de batalla.
Carnix en formación de tres junto al ejército en el Caldero de Gundestrup
Detalle de uno de los carnix de la imagen anterior frente a la caballería. Caldero de Gundestrup.
Las fuentes históricas citan su nombre en relación con los ataques celtas a Delfos en 279 a. C., en las campañas de Julio César en las Galias y durante la invasión de Britania en época de Claudio.
Aunque sólo conocemos una docena de fragmentos de estos instrumentos, sabemos que era un elemento generalizado en el ámbito indígena del continente europeo y las islas.
Datado su origen en el siglo IV a C, durante la II Edad del Hierro en el occidente y centro de la actual Europa, se difundió, probablemente a través de los conflictos bélicos que suponían movimientos de tropas, hasta Grecia y Britania, apareciendo incluso en relieves budistas de la India.
Hablar de su celtismo es un error, pues no existió una cultura pancelta, si bien es bien cierto que los pueblos de la II Edad del Hierro de estos ámbitos compartieron tecnología y cultura material, quedando muy bien atestiguada la aculturación, constituyendo los carnix uno de esos ejemplos.
Acuarela de las piezas del Carnix de Deskford realizada unos 50 años después de su hallazgo.
Las piezas del carnix de Deskford fueron halladas hacia 1816 en el noreste de Escocia y constituyen uno de los ejemplos mas antiguos conocidos. La campana asemeja la cabeza de un jabalí con su hocico y los pliegues de la piel. El instrumento fue forjado en bronce y latón, este último un elemento romano reciclado, lo que supone una fecha de entre el siglo I a C ( año 80) y el 250 d C. para su construcción. Del carnix sólo se halló la cabeza, que conserva las orejas, los ojos esmaltados y la lengüeta de madera, sin que nada se encontrar del largo tubo cilíndrico que una vez tuvo y que conocemos recurriendo a otros ejemplos.
Las piezas originales del carnix de Deskford tal y como se exhiben en el
Museo Nacional de Escocia.
Carnix y escudo sobre un altar romano de Nîmes.
Carnix y otras armas indígenas en los relieves del Arco de Orange, en el sur de Francia.
Denario. Periodo de Julio César a Augusto. JULIO CÉSAR. Galia (48-47 a.C.).
R/ Trofeo entre escudo oval y carnix
Si bien, como acabamos de ver el carnix solo puede entenderse en este contexto internacional, esta pieza es una variante específicamente escocesa, con una decoración es típica de los trabajos en metal en el noreste de Escocia en ese momento, donde existía una floreciente tradición de trabajo en bronce.
Las piezas habían sido halladas por el sacerdote de la parroquia que refirió que se habían hallado en una turbera a orillas del Moray Firth en Aberdeenshire (Escocia) en 1816.
En 1990, casi dos siglos después, el Museo Nacional de Escocia promovió una revisión del hallazgo mediante la realización de excavaciones arqueológicas en el lugar reconociendo que el carnix había constituido finalmente una ofrenda votiva a alguna divinidad junto con cerámicas y otras piezas de cultura material. El contexto es muy frecuente desde el punto simbólico y ritual pues existía durante la Edad del Hierro la creencia generalizada en la de que los lugares húmedos eran lugares sagrados donde se podía contactar a los dioses.
Reconstrucción de la carnyx Deskford creada por John Creed
Un nuevo impulso para la investigación sobre el carnyx se generó cuando John Purser se propuso reconstruir, basándose en todas las evidencias conocidas, un nuevo carnyx con el que poder interpretar los sonidos del pasado.
Finalmente, fue posible gracias al trabajo de John Creed con financiación de los Glenfiddich Living Scotland Awards, el Hope-Scott Trust y el Museo Nacional de Escocia. Evidentemente todas las partes que habían desaparecido fueron reconstruidas a partir de los paralelos europeos procedentes de relieves, monedas y excavaciones arqueológicas.
Obviamente cuestiones como la longitud del tubo y su diámetro nos son desconocidos pero se ha podido especular dentro de un rango posible y proporcionado a las representaciones citadas.
La propia reconstrucción, un trabajo de musicología y arqueología experimental de primer orden, ha permitido no sólo aunar disciplinas como la arqueología, el trabajo del metal y la música creativas, sino también el ingente esfuerzo para su fabricación que exigió mas de 400 horas de trabajo de diseño y ejecución.
A cerca del sonido real de un carnix cabe destacar el impresionante trabajo de John Kenny, que ha mostrado la capacidad musical de los carnix y demostrado posibilidades mucho mayores de lo que inicialmente hubiéramos podido imaginar.
Bajo el templo de Tintignac se halló un depósito de objetos metálicos: un casco y cinco carnix. © Patrick Ernaux, Inrap Archéologue responsable d'opération Christophe Maniquet
Hasta el año 2004, sólo se conocían fragmentos de otros cuatro carnyx, pero en el mes de noviembre de ese año, durante los trabajos de excavación arqueológica realizados en el ámbito del templo galo-romano de Tintignac, en Corréze, Francia, los arqueólogos descubrieron un depósito del siglo I a. C. de cinco carnyx bien conservados, cuatro de los cuales tenían cabeza de jabalí, mientras que el quinto, podría representar una serpiente.
Reconstrucción de un carnix de Tintignac tocado por Jhon Kenny.
Junto con John Purser, solo hay otra persona en el mundo que ha decidido reconstruir este instrumento milenario, el español Abraham Cupeiro (Sarria, 1980), músico multi-instrumentista y constructor de instrumentos que ha dedicado 378 horas a reconstruir, en latón, esta trompeta de guerra utilizada en la Edad del Hierro. (para conocerlo pincha aquí)
En 1993, John Kenny se convirtió en la primera persona en tocar el carnyx después de 2000 años y desde entonces ha impartido clases e interpreta con el instrumento internacionalmente, en salas de conciertos y en la radio, la televisión y el cine. En la actualidad tiene numerosas composiciones para el carnyx, publicando varios CD, y el 15 de marzo de 2003 actuó en solitario ante un público de 65.000 personas en el Stade de France de París.
Gracias a su participación en numerosos proyectos hemos tenido ocasión de poder verle en España, concretamente en el Museo de la Ciencia en Valladolid en 2016 y el la bienal Internacional AR&PA, en noviembre de 2018.
En 2015 Cupeiro lanzó junto con Vadnim Yucknevich el disco “Compromiscuo”, en donde se pueden encontrar fusiones entre la música étnica, la clásica y el jazz, y en donde es posible escuchar sonidos tan dispares como los procedentes del karnyx, así como del cornetto o el bayan.
¡Feliz semana!
Carnix en Gladiator
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Enlaces de Interés.
http://www.emaproject.eu/component/content/article.html?id=154:smoo-cave-carnyx
https://www.britishtrombonesociety.org/articles/meeting-john-kenny/
https://www.youtube.com/watch?v=nIDIcgXvf_w
https://www.nms.ac.uk/explore-our-collections/stories/scottish-history-and-archaeology/deskford-carnyx/
https://youtu.be/AuhrhQSM4Ig
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