Detalle del mosaico de la estancia 13, el oecus de la Villa Romana de Camarzana de Tera
Hace mas de treinta años participé en las excavaciones arqueológicas del castro de Camarzana de Tera, un poblado fortificado de la I y II Edad del Hierro con viviendas circulares de adobe y una enorme e imponente muralla.
La ocupación del territorio desde épocas pretéritas es amplia. A un pasado neolítico del que nos han llegado vestigios de sepulcros colectivos de carácter megalítico como el dólmen de San Adrián y el de las Peñezuelas, siguen ocupaciones del territorio hasta la romanización, incluyendo los castros mencionados, de la que es testimonio fundamental el campamento de Petavonium, en Rosinos de Vidriales, y los talleres de cerámicas de paredes finas de Melgar de Tera y la propia villa hallada en la localidad de Camarzana, que junto a otras del territorio configuran el pasado tardoimperial de época hispanorromana.
Si bien, la villa se conocía , por hallazgos puntuales, desde la segunda mitad del siglo XIX, concretamente datan de 1861, cuando al construirse la carretera de Benavente a Mombuey se localizaron restos de cimentaciones de muros y algunos fragmentos de mosaicos en la conocida como Huerta del Barrero, y, a partir de entonces se producen algunos otros hallazgos relacionados con la misma, como ocurrió en 1939, cuando la Comisión Provincial de Monumentos descubrió un nuevo pavimento, no ha sido hasta el cambio de siglo cuando se ha intervenido de forma sistemática para la investigación y puesta en valor de esta villa.
De hecho, parte de los mosaicos hallados en 1939 habían sido, entonces, destruidos, pudiéndose rescatar tan solo algunos fragmentos que se depositaron en el Museo de Zamora.
Era un hecho comprobado que los muros continuaban hacia el otro lado de la carretera y en dirección a la iglesia, para cuyo ábside Gómez Moreno, en el Catálogo Monumental, publicado en 1927, señala un origen hispanorromano relacionado con una de las estancias de la villa. Describe, igualmente, restos de mosaicos bajo alguna alguna vivienda de Camarzana, con dibujo de semicírculos "cabalgados unos sobre otros, y cenefas de trenzas sencillas", y la existencia de otro mosaico "al otro lado de la carretera", en el corral de una casa, que fue soterrado y que "diseña ramas verdes".
Proceso de excavación arqueológica. 2007-2008
Todos estos hallazgos mencionados anteriormente hacen que ante la presentación de un proyecto de construcción en la zona, se adoptaran las cautelas pertinentes para llevar a cabo un peritaje arqueológico. Consecuencia de aquello se reconocieron mosaicos in situ y un capitel. Este fue el comienzo de una investigación arqueológica que propició, por sus características e importancia, con la adquisición del solar por parte de la administración de Cultura.
En la zona intervenida, la del solar, se hallaron los restos de un palacete campestre, la pars dominica, con hasta 15 habitaciones en torno a un patio porticado y los restos de una escalera que conducía a un piso superior. Los pavimentos, decorados con mosaicos geométricos mayoritariamente, se acompañan de paredes enfoscadas con motivos polícromos y algunas molduras en la zona de encuentro con el pavimento.
La habitación central se encuentra decorada con un mosaico figurado presidido por una figura sedente togada rodeada de animales enmarcados en cuadros. Es probable que se trate del mito de Orfeo que, tañendo la lira - que no se ha conservado- amansa las fieras.
Ocho cartelas con cuatro cuadros en las esquinas rodean este emblema encerrando caballos con sus nombres: GERMINATOR, FINIX, AERASIMIS Y VENATOR QUI, los tres primeros con iniciales entre las patas (MBH, MBM Y LBS) mientras que el último presenta sobre el nombre sobre el lomo.
En el medio de los laterales cortos se afrontan cráteras con felinos rampantes y, en los largos, un cazador alcanzando una gacela.
La zona de acceso a la habitación tiene escenas orientadas al pasillo en tres cartelas representando una parra con perdices, una escena de caza con caballero y jabalí y un caballero con perro. Es posible que esta estancia estuviera dedicada a Triclinium o comedor.
Pasillo con mosaico geométrico y Triclinium con las escenas central, felinos afrontados con crátera y escenas venatorias.
Maqueta de la zona del triclinium, peristilo y patio de la villa
Otra de las habitaciones, tal vez correspondiente al oecus o sala de recepción y representación del dominus, se adorna con una escena central en la que se reconoce un animal cuadrúpedo enjaezado con una figura femenina sobre el lomo, con la túnica al viento; tal vez el rapto de Europa por Zeus camino a Creta. Sin embargo, para Martín Benito se trata de la representación del “Sueño de Ariadna” hija del rey Minos, que había ayudado a Teseo a encontrar la salida del Laberinto de Creta, tras vencer al Minotauro. El héroe, en su huída la llevó consigo para dejarla, después en una playa de la isla de Naxos, donde fue encontrada por Dionisos, quien la incorporó a su cortejo, la hizo su esposa y la condujo al Olimpo.
En torno al emblema se desarrolla un mosaico cuyo diseño responde a una compleja composición de tres cenefas, dos geométricas y una vegetal en la que se engarzan genios, todo ello realizado en opus vermiculatum; cadenetas de ochos formando svásticas y rombos con motivos vegetales configuran el resto del mosaico.
La villa muestra algunas modificaciones a lo largo del tiempo, como un cambio de eje en las estancias, complementada con algunas obras menores.
Los mosaicos han sido consolidados y se ha realizado una obra de cubierta para la protección y visita pública de esta zona de la villa.
Genio. Orla musivaria
Proceso de consolidación de los mosaicos de Camarzana de Tera
La villa romana fue declarada Bien de Interés Cultural el 4 de noviembre de 2010.
¡Les deseo una buena semana!
F. REGUERAS GRANDE: Camarzana. Pasado y presente de una villa romana del Tera. 2009.
Saludos: Un articulo muy interesante. Un placer leer tu Blog. Un saludo.
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