El Papa Gregorio IV o Gregorio Polis en el Rábano Mauro
Biblioteca Vaticana
Siguiendo una antigua costumbre conmemorativa de la iglesia primitiva, poco a poco se habían ido incrementando las fiestas dedicadas a los mártires y los santos. De hecho, el factor desencadenante había sido la persecución constante del emperador Diocleciano (284-305) , que había provocado que se contaran por miles los cristianos martirizados y santificados a los que se debía veneración; tantos que se decidió que tal cuestión se abordaría de forma conjunta.
Ya a comienzos del siglo VII el Papa Bonifacio IV había consagrado el Panteón de Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires, dándole un aniversario y un siglo después el Papa Gregorio III había dedicado una capilla a todos los santos en la basílica romana de San Pedro, veneración que acabó instaurándose como festividad, a mediados del siglo IX, por Gregorio IV o Gregorio Polis, título que le vino otorgado por reconstruir el puerto de Ostia.
Todos los Santos. Fray Angélico
Así se marcaba el 1 de noviembre como la festividad del ingente número de mártires que no fueron santificados expresamente a lo largo de los siglos, tanto los conocidos como los desconocidos, y de ese modo ha llegado a nuestros días, en los países de tradición católica, mientras que los ortodoxos la celebran el primer domingo después de Pentecostés. No es una cuestión extraña para otros ámbitos del cristianismo, pues protestantes anglicanos y luteranos siguen conservando la misma tradición para idénticas fechas.
Cada año, en los ámbitos de cultura católica, se celebra la festividad de Todos los Santos, a la que sigue el día de difuntos, una conmemoración de recuerdo y honra de los seres queridos que fallecieron. Tradicionalmente se acude a los cementerios haciendo un especial recuerdo de visita con flores que viene a ser colofón de unos días previos dedicados al aseo, arreglo y ornato de los lugares de sepultura.
Cementerio de la Almudena, Madrid. 1917
http://www.abc.es/20121101/sociedad/abci-supersticiones-201210301015.html
En muchos países el invierno se relaciona con la estación más sombría y fría. La “muerte” de la Naturaleza empezaba 40 días después del equinoccio de otoño - el 22 de septiembre-, coincidiendo con el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, al que sigue el día de las almas o día de los muertos. Ambas jornadas se asocian con la vuelta de las almas durante estos días y a varias manifestaciones de su presencia entre los vivos. Así que se mantiene que lo que se celebra, en realidad, viene a adaptar y superponerse a una fiesta anterior al cristianismo que supone el fin de las cosechas, de la vendimia y la llegada del invierno; un vano abierto a la despedida del buen tiempo y de la abundancia muy relacionada con el mundo espiritual ancestral relacionada con la oscuridad a la que hay que poner luz.
En una contradición sugerente y complementaria, que no deja de ser vital y necesaria, esta fiesta de la muerte se acompaña de celebración sociales y familiares en las que procesiones, visitas y rezos se unen a la comida y los dulces: frutos secos, frutas, verduras, castañas, panellets, huesos de santo y buñuelos de viento hacen que se celebre, igualmente la vida.
Costumbres de muchos lugares así lo acreditan, centrándose en el recuerdo de las almas, como ocurre en Zamora con las Cofradías de las Ánimas, que organizan procesiones el 1 de noviembre por los cementerios locales, acompañándose de velas para guiar a los muertos y rezando el rosario o en Tajueco (Soria) donde se celebra el Ritual de las Ánimas, que consiste en una procesión encabezada por el sacerdote en la que marchan dos grupos, casados y solteros, quienes van coreando las estrofas del cántico a las ánimas. Al finalizar, se toca la campanilla y se reparten pastelillos y vino. El toque de muertos de las campanas acompaña al vecindario durante todo el proceso.
https://tajueco.wordpress.com/page/33/
"Por las ánimas benditas
todos hemos de rogar
que Dios las saque de penas
y las lleve a descansar”.
Las celebraciones de Alicante ponen velas en las ventanas desde el 28 de octubre para indicar la ruta a las almas de los muertos; en Cocentaina se celebra la “fira de tots sants” o feria de todos los santos, por licencia real del aragonés Pedro IV el Ceremonioso y en Bejigar (Jaén) entre los días 31 de octubre y el 2 de noviembre, donde los jóvenes salen con cazuelas de gachas a la calle para tapar con ellas las cerraduras de las casas para impedir así la entrada a los malos espíritus, mientras que en las casas iluminan el camino a las ánimas de los difuntos con mariposas de aceite en las ventanas, y pasan la noche comiendo sus tradicionales tortillas con chocolate, y en el norte de Córdoba donde se ameniza la "vigilia" con gachas de leche.
En Cádiz se celebra el día 31 de octubre los “Tosantos”, un carnaval en el que se disfraza a los conejos, puercos y gallinas de los mercados de la ciudad y se fabrican muñecos con frutas, verduras y frutos secos que reflejan de modo crítico y humorístico la realidad social del año.
En Ceuta es el Día de la Mochila, cuando se sale al campo con un hatillo de frutas y frutos secos para pasar el día.
Fiesta de Los Finaos. Visita al cementerio
http://www.laprovincia.es/multimedia/fotos/gran-canaria/2016-10-31-74047-fotos-historicas-tradicion-difuntos.html
En Canarias las familias se reúnen y cuentan historias de los parientes fallecidos mientras comparten piñones, nueces, castañas y almendras acompañadas de vino dulce, anís y ron miel en la fiesta de los Finaos el 2 de noviembre. En algunos pueblos hay una "finada" popular en la que se toca música por las calles y cuyo momento culminante es el Baile de los Finaos.
Magosto.
http://vivagalicia.es/fiesta-de-el-magosto-en-galicia/
En el norte de la Península Ibérica la comida de estos días gira en torno a la castaña: magosto de castañas y leche en Galicia y el Bierzo, Amagüestu, con castañas asadas y sidra dulce en Asturias, panellets en Cataluña.
En Castilla, las migas. los huesos de santo y los buñuelos se convierten en el acompañamiento dulce de la festividad.
Bimuelos. Postre sefardí.
Israel Jewish News blog
A propósito de los buñuelos, parece que los judíos elaboran en el siglo X, con ocasión de la fiesta de la Janucá (a finales de noviembre), unos bollos fritos con harina que llaman bimuelos, que son adoptados por la tradición cristiana para estas fechas.
El día 2 de noviembre se celebra la fiesta de los Fieles Difuntos, Día de Muertos o Día de Difuntos destinada a rezar por aquellos que necesitaban acabar su estancia en el Purgatorio. Fué establecida por San Odilón (Odilón de Mercoeur), un monje benedictino y quinto Abad de Cluny, tras Mayol, en Francia el 31 de octubre del año 998. Desde entonces comenzó a propagarse la costumbre de rogar solemnemente por los difuntos.
El día 2 de noviembre se celebra la fiesta de los Fieles Difuntos, Día de Muertos o Día de Difuntos destinada a rezar por aquellos que necesitaban acabar su estancia en el Purgatorio. Fué establecida por San Odilón (Odilón de Mercoeur), un monje benedictino y quinto Abad de Cluny, tras Mayol, en Francia el 31 de octubre del año 998. Desde entonces comenzó a propagarse la costumbre de rogar solemnemente por los difuntos.
Odilón y sus monjes. Grabado de Jacques Callot para una serie de Santos.
1592- 1635
Sepulcros de San Mayol y san Odilón. Abadía de Souvigny
Durante estos días y aunque no deja de ser una reciente costumbre, gustamos de pasar por los teatros la obra de José Zorrilla “Don Juan Tenorio” (1844), cuyo acto final de la obra tiene lugar en la noche de Todos los Santos.
La innovación en la tradición hace que acabemos celebrando la noche anterior el Halloween americano, una fiesta que quiere relacionarse con el antiguo Samhain céltico, una cuestión sobre la que existe una gran controversia y a la que, en su día, dedicamos una entrada en el blog. Recientitas son, también, las celebraciones de ánimas basadas en la presencia de fantasmas.
http://elige.soria.es/hueste-de-las-animas-templarias-becquerianas-y-pasacalle/
Celebren estas fiestas lo mejor que puedan
¡Les deseo una buena semana!
Los campaneros de Segorbe realizan el Toque de difuntos especial para los días de Todos los Santos, en el cual se toca ese tejido de campanas, una especie de repique, en el cual el campanero D. Andrés Ibáñez, jefe de los campaneros, maneja 5 campanas, repicándolas.