Miniatura medieval del primer concilio de Braga que muestra al rey suevo Ariamiro (derecha) con los obispos Lucrecio, Andrés y Martin de Dumio. Siglo X Codex Vigilanus.
“En un primer momento, me vi frente a frente con los bárbaros a los que no había visto nunca, que los esquivé cuando se dirigían hostiles hacia mí, que los ablandé cuando se apoderaron de mí (…) cuando yo pues cuento todo esto, quiero que todos, al oírme, se conmuevan con lágrimas y me duelo en silencio porque los que me escuchan no lo sienten, reprochando la dureza de aquellos que no creen lo que no tuvieron que sufrir ellos”
Orosio. Historia adversum paganos. S. VI-V
Hidacio, obispo de Aquae Flaviae (Chaves) se vio obligado a truncar su investigación acerca del devenir de la Historia hacia la definitiva Parusía para narrar con impotencia cómo Roma no movía un dedo para librar Gallaecia de ese nuevo inquilino. Cuando nos acercamos a la narración de este cronista, lo primero que contemplamos es que le cuesta asumir la idea de que el futuro ya no está asociado al devenir del Imperio Romano.
romanainsolentia.com/2016/01/24/conocer-a-los-suevos-a-traves-de-las-fuentes
Caldero con bustos de suevos con el típico "nudus" o trenza dispuesta sobre un lateral de la frente, procedente de una tumba principesca de Musov, en Moravia Meridional (Chequia) datado en el siglo II. Museo Regional de Mikulov
Este pueblo de origen germánico fundó en la Gallaecia del siglo V, el primer reino medieval de Occidente, entendiendo este territorio como un área que abarcaba, además de la Galicia actual, parte del norte de Portugal (La capital se hallaba en Bracara/Braga), el Bierzo y parte del norte de Zamora.
Con tres espacios a su disposición: Santa María Nai, el Centro Cultural Marcos Valcárcel y el Museo Provincial de Ourense, los comisarios decidieron centrar en cada uno de ellos, por bloques, los temas siguientes: Los suevos en el límite del Imperio, su llegada a Hispania y el mundo de las ciudades y el campo.
La exposición ha sido un revulsivo para realizar un acercamiento a un pueblo que se instala en el Noroeste de la Península Ibérica entre los siglos IV y VI y que, como los visigodos, han cambiado nuestro concepto de gentes bárbaras, heredado de los romanos.
El cliché de pueblos bárbaros ha condicionado el relato histórico tradicional sobre el ‘Período de las Grandes Migraciones’ - que es el nombre que recibe en el centro y norte de Europa- o ‘Invasiones bárbaras y/o germánicas’ , que es como se conoce en Francia, Italia y España, paises en los que estos bárbaros crearon reinos, tras la desaparición del Imperio Romano Occidental.
La idea del bárbaro invasor como pueblo incivilizado es una creación, una hábil idea gestada por Roma; es más, los llamados bárbaros procedentes del otro lado de la frontera nororiental del Imperio -el limes renano-danubiano- fueron utilizados Por Roma para generar activos militares como mercenarios al servicio del Imperio que atendiesen los incesantes desórdenes en las fronteras.
A cambio, las élites "bárbaras" acabarían formando parte del ejército Imperial y con ello obtuvieron tierras, status y prestigio social. De este modo, a finales del siglo V existía un nada desdeñable número de bárbaros romanizados viviendo en el Imperio y conviviendo con la población romanizada de las provincias del norte.
Desde época de César, a finales del siglo I a C, y a través de Tácito, s. I d C, se reconoce el contacto con los Suevos, y a partir del siglo II, a través del relato de las guerras Marcomanas, una serie de conflictos contra los bárbaros germánicos en tiempos del emperador Marco Aurelio.
Los Suevos,constituidos por grupos de poblaciones cuadas, marcomanas e incluso alamanas, junto con Vándalos y Alanos, cruzan los Pirineos en el año 405. La denominación colectiva de Suevos deriva, por una parte, de ser un nombre de prestigio entre los Bárbaros y, por otra parte, a la más que probable presencia de un grupo aristocrático aglutinado en torno a una estirpe regia al frente de la que estaría un jefe militar suevo.
Uno de los aspectos de estudio de los pueblos Bárbaros es el relativo a sus necrópolis en las que las inhumaciones muestran una importante influencia del mundo romano en los objetos de ajuar funerario. A caballo entre los siglos IV y V, las élites bárbaras adoptan de un tipo de vestimenta similar conocida como moda póntico-danubiana, característica de los enterramientos de aristocracia entre los siglos IV y VI, en el período de las ’Grandes Migraciones’, desde el Póntico hasta el norte de África y, por supuesto en Hispania y en la Gallaecia.
Otro de los aspectos relacionados con el poder político suevo son sus acuñaciones monetarias en oro -tremises-, desde sus inicios en el reinado de Hermerico (409-438/441), primer rey suevo en la Gallaecia, si bien no desarrollaron tipos monetarios propios, imitaron los modelos Imperiales preexistentes, siendo Requiario (448-456), el primer rey bárbaro en acuñar moneda con su nombre en Braga, la capital política del reino suevo.
Entre los siglos V y VII existe una importante influencia del Cristianismo en la Gallaecia, siendo un indicador cultural fundamental en todos los ámbitos de la sociedad tardo-antigua, una cuestión apreciable en las necrópolis tanto en los enterramientos de las élites galaico-romanas como del resto de la población de la Gallaecia.
El punto final de este reino lo puso, en el año 585 Leovigildo, quien lo integró en Reino Godo de Toledo, dando comienzo a una nueva etapa para las tierras de la antigua provincia romana de Gallaecia.
¡Que tengan una feliz semana!
Les dejo con la escena inicial de las Guerras Marcomanas de la Película Gladiator
Mas información:
http://www.intemporesueborum.es
La exposición ha sido un revulsivo para realizar un acercamiento a un pueblo que se instala en el Noroeste de la Península Ibérica entre los siglos IV y VI y que, como los visigodos, han cambiado nuestro concepto de gentes bárbaras, heredado de los romanos.
El cliché de pueblos bárbaros ha condicionado el relato histórico tradicional sobre el ‘Período de las Grandes Migraciones’ - que es el nombre que recibe en el centro y norte de Europa- o ‘Invasiones bárbaras y/o germánicas’ , que es como se conoce en Francia, Italia y España, paises en los que estos bárbaros crearon reinos, tras la desaparición del Imperio Romano Occidental.
La idea del bárbaro invasor como pueblo incivilizado es una creación, una hábil idea gestada por Roma; es más, los llamados bárbaros procedentes del otro lado de la frontera nororiental del Imperio -el limes renano-danubiano- fueron utilizados Por Roma para generar activos militares como mercenarios al servicio del Imperio que atendiesen los incesantes desórdenes en las fronteras.
A cambio, las élites "bárbaras" acabarían formando parte del ejército Imperial y con ello obtuvieron tierras, status y prestigio social. De este modo, a finales del siglo V existía un nada desdeñable número de bárbaros romanizados viviendo en el Imperio y conviviendo con la población romanizada de las provincias del norte.
Desde época de César, a finales del siglo I a C, y a través de Tácito, s. I d C, se reconoce el contacto con los Suevos, y a partir del siglo II, a través del relato de las guerras Marcomanas, una serie de conflictos contra los bárbaros germánicos en tiempos del emperador Marco Aurelio.
Los Suevos,constituidos por grupos de poblaciones cuadas, marcomanas e incluso alamanas, junto con Vándalos y Alanos, cruzan los Pirineos en el año 405. La denominación colectiva de Suevos deriva, por una parte, de ser un nombre de prestigio entre los Bárbaros y, por otra parte, a la más que probable presencia de un grupo aristocrático aglutinado en torno a una estirpe regia al frente de la que estaría un jefe militar suevo.
El Reino Suevo se desarrolló entre los años 411 y 585, poco más de un siglo y medio, en lo que había sido la provincia romana de la Gallaecia configurando el primer reino independiente en el Occidente europeo tras la crisis del Imperio Romano Occidental.
Diversos autores hispano-romanos como Hidacio, Orosio, Isidoro de Sevilla y Juan de Biclaro, relatan los acontecimientos políticos, militares, las confrontaciones y luchas internas entre las élites suevas, que acabaron determinando las características del reino.
Piezas de ajuar funerario del siglo V procedentes de un yacimiento Húngaro, Szabadbattyán: pares de fíbulas de plata, hebilla con inscripción rúnica,
Piezas de ajuar principesco del siglo I de Eslovaquia
Reproducción del Crismón de Santa María da Ermida, en Quiroga. Original en el Museo Diocesano Catedralicio de Lugo
Lápida con inscripción conmemorativa y altar de San Pedro de Rocas, Esgos (Orense), s. V a IX
Entre los siglos V y VII existe una importante influencia del Cristianismo en la Gallaecia, siendo un indicador cultural fundamental en todos los ámbitos de la sociedad tardo-antigua, una cuestión apreciable en las necrópolis tanto en los enterramientos de las élites galaico-romanas como del resto de la población de la Gallaecia.
El punto final de este reino lo puso, en el año 585 Leovigildo, quien lo integró en Reino Godo de Toledo, dando comienzo a una nueva etapa para las tierras de la antigua provincia romana de Gallaecia.
¡Que tengan una feliz semana!
Les dejo con la escena inicial de las Guerras Marcomanas de la Película Gladiator
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Genial como siempre. Sencillo, conciso . Buen día
ResponderEliminarGracias Banús. A mi me gustó y así lo aprendí
ResponderEliminarurl en español http://www.intemporesueborum.es/es/
ResponderEliminarEstá incluida en el post. No la viste?
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