martes, 20 de marzo de 2018

La pila románica de San Frediano en Lucca






«"Y cuando el niño  creció, ella  lo trajo a la hija del Faraón, la cual lo prohijó , y le puso por nombre Moisés, diciendo: "Porque de las aguas lo saqué"» 

 Éxodo 2:10



La basílica de San Frediano de Lucca es realmente sorprendente por muchas razones entre las que sin duda, es destacable la curiosa y compleja pila bautismal realizada entre 1150-1173, fecha esta última en la que un documento fecha, por primera vez, cómo fue llenada de agua.
En cualquier caso, no pasa desapercibido que es una de las grandes obras de la escultura románica.
No queda claro que naciera como pila, apuntándose la posibilidad de que en origen fuera una fuente lustral o de purificación, pues en 1439 se menciona un lavatorio a manus in marmore en el claustro del monasterio que pudiera relacionarse con la particular forma de chorros de nuestra pila.
Está conformada por un estanque circular de 3,30m de cuyo centro emerge un pilar que sostiene un cuenco, de 2,50m , que soporta, mediante columnas, una tapa.
El agua llenaba el cuenco, brotaba en chorro a través de la oquedad de unas pequeñas máscaras y caía a la pila inferior.
Los relieves que decoran estos elementos son de temática religiosa, como los apóstoles en la zona superior y escenas de la vida de Moises, en la inferior, combinada con otros profanos como los meses del año.
La pieza fue desmantelada y desmembrada en el siglo XVIII, pasando sus elementos a diferentes lugares. Según consta, el núcleo  se colocó en la villa Mansi en San Vito en Loppeglia , donde se rompieron algunas figuras del altorelieve. 
Fué comprado para el Museo Nacional de Florencia en 1894, y tras ser reconocido en 1926 por Campetti y reconstruído gracias a los dibujos realizados en el siglo XVIII, pasó a reubicarse en la basílica en 1952.
El modelo fué copiado para otras fuentes como la Fontana Maggiore de Perugia, la fuente de St. Denis , cerca de París, que también presenta el doble depósito  y se data alrededor de 1180, y la fuente bautismal de la catedral de Ascoli Piceno .

Se ha querido ver en la factura de la pila hasta tres autorías diferentes:


El primero es conocido como el Maestro de las historias de Moisés sería el autor de cuatro de las seis losas arqueadas de la pila inferior, concretamente de las escenas de la esclavitud de Moisés en Egipto, la presentación a la hija del faraón, la aparición de Dios a Moisés, la transformación de la vara en una serpiente y un episodio de lepra, el paso del Mar Rojo, la entrega de las Tablas de la Ley a Aarón y dos Arcángeles y Moisés explicando la ley.
Se considera que pudiera tratarse de un artista de origen lombardo que resalta las imágenes de una forma sencilla, clara y carente de espacios vacíos.



El faraón se representa vestido como un rey cristiano y sus soldados como caballeros de la época, con cota de malla, escudo lanceolado, almófar y yelmo. A sus pies el mar se abre y los peces saltan entre las patas de los caballos enjaezados. Algunos caballeros han caído al mar mientras que otros intentan huir. Está girando el caballo, con intención de huir, mientras alguien a su derecha le informa de la situación desesperada. El agua se transforma en serpientes que se enrollan entre los pies de los caballos y ascienden por detrás del último guerrero.


En una abigarrada escena contínua se superponen las placas curvas decoradas del maestro. En el centro la curiosa presentación a la hija del faraón





La entrega de las Tablas de la ley a Aarón con la figura de Dios flanqueada por dos arcángeles.

Se le atribuyen, del mismo modo,  los  motivos decorados del pilar central con un monstruo y un nudista nadando.

Al Maestro Roberto, probablemente de Lucca, se le atribuyen los profetas del estanque y el Buen Pastor, inspirándose en los modelos humanos de los sarcófagos de época romana, conservándose su firma  "ME FECIT Robertus Magist (ER) en un EP (rt) ( er) Itus.


Finalmente al Maestro de los meses y los apóstoles, probablemente de origen toscano se le atribuye, por su referencia constante a la escultura clásica como los querubines, gárgolas y Jano,  la realización de la copa central y los relieves de la tapa que presentan a los apóstoles y los meses del año: Enero (Giano bifronte), Febrero (hombre con una planta), Marzo (un hombre que toma una espina de su pie), Abril (hombre con flor en mano), Mayo (hombre a caballo), Junio (hombre que corta trigo), Julio (hombre golpeando trigo), Agosto (hombre a caballo), Septiembre (hombre que presiona uvas), Octubre (hombre que recolecta fruta), Noviembre (hombre que ara con bueyes guiado por dos putti), Diciembre (hombre que mata al cerdo)






¡Feliz semana!




martes, 13 de marzo de 2018

Canto, danza y música para una catedral. La Cantoría de Luca della Robbia




Hubo tiempos en los que la alegría de la música inundaba los templos y no estaba mal visto que las alabanzas incluyeran los cantos mas bellos, las danzas mas atractivas y todo tipo de instrumentos.




"Que todo ser viviente alabe al Señor
 ¡Aleluya! ...
 Alábenlo con toques de trompeta, 
alábenlo con el arpa y la cítara; 
alábenlo con tambores y danzas, 
alábenlo con laudes y flautas. 
Alábenlo con platillos sonoros, 
alábenlo con platillos vibrantes, 
 ¡Que todos los seres vivientes 
alaben al Señor! 
¡Aleluya!"


Salmo 150. Libro de los Salmos. 

Los viajes están llenos de preciosos y delicados momentos de descubrimiento de obras excepcionales que llaman a la contemplación y el detenimiento en los detalles. Algunos de ellos se apoderan de nosotros de una forma asombrosa por el tema, el tratamiento, el significado y  la calidad de la obra.
Es sólo un ejemplo, pero la Cantoría exhibida en el Museo de la obra de la Catedral de Florencia, obra de Luca della Robia, enamora por varias razones, siendo la primera, que no la principal -hay muchas y todas de importancia- la revelación de la trascendencia de la música(canto y danza incluidos) durante el Cuatrocento. 
Es cierto que música, canto y danza forman parte importante en las manifestaciones de la tradición, en las alabanzas religiosas y en el disfrute del pueblo y las élites.
En este caso particular, todas ellas aparecen representadas con personajes infantiles y adolescentes de una forma un tanto idealizada y bastante comedida.
Cada grupo escénico está lleno de detalles y gestos que le confieren un naturalismo muy clásico, incluso en la elección de la indumentaria.  
En los grupos del bajorrelieve se exploran diversas formas de alabanza y diferentes estados de ánimo que oscilan desde la concentración en la ejecución musical hasta actitud alegre mas pueril. 
Se sostiene que en el caso de algunos paneles, esculpidos después de la fase inicial, queda patente que existe una influencia de los putti bailarines de Donatello realizados para el púlpito de la Catedral de Prato, a lo que también se menciona una carta de Matteo da Prato de 1434.
El mensaje del conjunto es una invitación, a través de la música y la alegría, a amar a Dios.
Su lugar de destino era  ser colocada sobre las puertas de entrada en la sacristía nueva de la catedral de Florencia, frente a otra cantoría realizada por Donatello.
Della Robia, que esculpió esta obra entre 1431 y 1438, debió inspirarse en el Último Salmo del rey David, cuyos versos aparecen en la base de la Cantoría. 



"Laudate eum in timpano"



"Et cithara"


"Laudate eum in psalterio"



 "Laudate eum in sono tubae"



Cantores o cantantes


"Laudate eum in cimbalis bene sonantibus"


 Laudate eum in cimbalis iubationis



"Laudate eum in cordis et organo"



Et Choro

¡Les deseo una muy feliz semana!